Como ya empieza a hacer calorcito, he pensado que no sería mala idea rendir homenaje a esta sufrida raza que son ¡los turistas! Y que nadie se me ofenda,…¡porque todos lo hemos sido alguna vez!
"Estas son algunas de las visiones con las que nos vemos sorprendidos quienes tenemos la desgracia de vivir en una ciudad que se ha ido convirtiendo en un ridículo parque de atracciones:
Gordezuelas pantorrillas acribilladas por mosquitos -en el mejor de los casos-, tiritas que protegen todos los dedos de unos pies en carne viva, indumentarias imposibles en forma de calcetines negros con calzado de invierno en los caballeros, (o en los casos más cosmopolitas, calcetines negros con sandalias)… Y en las damas, pantalones cortos que dejan ver los devastadores efectos de la celulitis, alimentada durante muchos y largos inviernos, y camisetas que permiten confirmar que la ley de la gravedad es una realidad ineludible. Eso sí, no falta un toque glamouroso, como un collar de perlas, para demostrar que el sentido común y el del humor en ocasiones se dan la mano.
Los calcetines oscuros les hacen parecer torpes, y les obligan a salir del metro hacia el andén dando pasitos muy cortos, presas del pánico por desplazarse en un medio de transporte que sólo han visto en la tele. Les aterroriza pensar que la puerta se puede cerrar en el preciso momento en que están saliendo, como lo harían unas tremendas fauces, y que les van a morder sus patéticos pantalones cortos.
Posiblemente, es lo último que haría esa sensata puerta".
"Estas son algunas de las visiones con las que nos vemos sorprendidos quienes tenemos la desgracia de vivir en una ciudad que se ha ido convirtiendo en un ridículo parque de atracciones:
Gordezuelas pantorrillas acribilladas por mosquitos -en el mejor de los casos-, tiritas que protegen todos los dedos de unos pies en carne viva, indumentarias imposibles en forma de calcetines negros con calzado de invierno en los caballeros, (o en los casos más cosmopolitas, calcetines negros con sandalias)… Y en las damas, pantalones cortos que dejan ver los devastadores efectos de la celulitis, alimentada durante muchos y largos inviernos, y camisetas que permiten confirmar que la ley de la gravedad es una realidad ineludible. Eso sí, no falta un toque glamouroso, como un collar de perlas, para demostrar que el sentido común y el del humor en ocasiones se dan la mano.
Los calcetines oscuros les hacen parecer torpes, y les obligan a salir del metro hacia el andén dando pasitos muy cortos, presas del pánico por desplazarse en un medio de transporte que sólo han visto en la tele. Les aterroriza pensar que la puerta se puede cerrar en el preciso momento en que están saliendo, como lo harían unas tremendas fauces, y que les van a morder sus patéticos pantalones cortos.
Posiblemente, es lo último que haría esa sensata puerta".
3 comentarios:
no seas tan cruel, pobrecitos los turistas, que son valientes, vuelan de un lado al otro sin saber donde aterrizarán. casi me dan más miedo los sofisticados que ya saben todo sobre la ciudad, el pais e incluso sobre ti, y te lo enseñaran y te lo predicarán con mucho gusto....
otro tipo de viajera es nuestra ex-profa darina, ¿te acuerdas? miralo en www.gonebikeabout.com, paso la semana pasada por icl (ya que ahora tenemos probike en frente) y nos hizo alucinar
No soy cruel, porque al fin y al cabo, se puede decir lo mismo de los turistas que de Hacienda: "turistas somos todos", ja, ja, ja!!
Lo de Darina es un caso aparte: ¡Disfruté tanto con su pweb...!¡Es increíble!!
¿Ves? Esa es la diferencia entre un turista... y un viajero inteligente!
(veo que ya puedes escribir!...¿con la izquierda, o con una derecha más dócil?)
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lolikneri havaqatsu
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