CASI, CASI, COMO EN EL CUENTO, PERO SIN CALABAZA... HOY: “CENICIENTO”

Se subió a la embarcación de un vehemente salto y se sentó sobre la proa, en posición de indio fumador de pipa de la paz. Le advirtieron que, por cuestiones de seguridad, allí no podía quedarse. La desilusión se reflejó en sus pequeños ojos oscuros. Se levantó de mala gana y se arrinconó en otro extremo, alejado de todos, cercano a las olas. Por nada del mundo habría permanecido junto a esos ruidosos excursionistas domingueros. Necesitaba el solemne silencio de los acantilados en la mirada, la brisa salada en la cara, el olor a mar en el alma.
El barco inició el trayecto y siguió a cierta distancia la hermosa silueta de la abrupta costa. Todos dispararon sus aparatos fotográficos; él, sólo la vista. No le hacía falta una imagen para recordar la libertad y saborearla cuando ya no la tuviera al lado. Deseaba únicamente vivir sin distracciones la inmensa e intensa felicidad del momento.

Cuando acabó la travesía, miró el reloj, angustiado. El entusiasmo de sus pequeños ojos oscuros se transformó en desesperanza: su permiso de fin de semana había finalizado.

12 comentarios:

Anónimo dijo...

Ehhhh...sé en qué y quién te has inspirado para este relato. Ya te lo diré por mail, a ver si acierto o me equivoco ;-)
P.D Yo también siento lo mismo que Ceniciento cuando miro el reloj los domingos por la tarde, jeje

Martín Garrido dijo...

Todos somos un poco cenicientos, con calabaza o sin ella. Yo preferiría tenerla, por darle más colorido a la cosa...

Un saludo.

Anónimo dijo...

Es cierto. Todos, en un momento u otro, nos hemos sentido cenicientos. Este relato me ha hecho recordar cómo me sentía de pequeño los domingos por la tarde en el tren de regreso a casa, tras haber pasado todo el día de excursión y comilona con mi familia. Aún ahora -que no soy tan pequeñín- aún tengo fases cenicientiles e imagino que la bloggera también, cuando se ha puesto a escribir esto un domingo después de comer... aysss ;-)

HISTORIAS DE ESTA VIDA X JMEC............... dijo...

LO QUE NO PASE DE PRISA ,AVISAME QUE IRE,POR QUE YO NO ME ENTERADO DE NADA,EN ESTOS MOMENTOS ME GUSTARIA DAR MARCHA ATRAS PARA ENFOCAR MI VIDA DE OTRA MANERA ,PERO NO SE PUEDE, TODO DEPRISA Y PA LANTE...........

Anónimo dijo...

Yo haber contestado a tu email ;-)

Ayyy, quién no ha sentido "el síndrome del ceniciento" un domingo por la tarde, o al final de unas vacaciones...!

Anónimo dijo...

Tienes razón... Por eso, y aunque suene paradójico, cuando uno se siente ceniciento, no hay nada mejor que le den... calabazas! :-)

Saludos, y gracias por pasar!!

Anónimo dijo...

Ayer, después de comer, y presa del "síndrome del ceniciento", tuve que inyectarme una dosis de algo dulce para evitar convertirme en calabaza... Ahora que lo pienso, ¿el cabello de ángel no se hace con calabaza?

Anónimo dijo...

Este es nuestro gran problema y nuestra gran angustia, que el tiempo pasa como le da la gana a él, no a nosotros!! ¿Dónde se puede ir a reclamar?

Lidia dijo...

Ahora que habláis de "dar calabazas", me he preguntado de dónde debe venir la expresión y lo he buscado... Pobrecilla, hay que ver la mala fama que tiene...
Por si os interesa, aquí por ejemplo, hay unas cuantas posibilidades del origen de la expresión.

http://www.1de3.com/2005/05/20/dar-calabazas/

Anónimo dijo...

¡Pos ya puestos, prefiero que me den morcilla en vez de calabazas! (no sé si la morcilla es afrodisíaca, pero buena, lo está un rato)

Anónimo dijo...

A mí, a poder ser morcilla de Burgos, que es la única que me gusta :)

Anónimo dijo...

Pues no sé la de Burgos, pero yo no le hago ascos a una morcilla murciana!! ;-R

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