¿PUEDE LA MÚSICA CONVERTIRSE EN RIVAL DE UNA ESPOSA? ¡DIRÍA QUE DEPENDE… DEL ÓRGANO DEL MARIDO, JA, JA!... HOY: “LA CATEDRAL”

-¡Él me engaña, papá, sé que me engaña, estoy segura!
Y Hortensia se echó a llorar de nuevo al otro lado del auricular. El señor Fernando ya no sabía qué hacer. Notaba cómo las lágrimas de su hija le inundaban el oído, y de allí caían en cascada hasta su corazón. Mientras, su cerebro intentaba asimilar la sospecha. ¿El bueno de su yerno, traicionando a su mujer los lunes por la mañana, antes de entrar a trabajar? Le parecía imposible.
-Papaíto, tienes que ayudarme a averiguar la verdad. Yo no puedo seguir viviendo así… Tú harías lo que yo te pidiera, ¿verdad, papaíto, lo harías?
El señor Fernando no quería ver marchitarse a su Hortensia; aun reconociendo que se trataba de un asunto arriesgado y delicado, cometió la insensatez de responder afirmativamente. El amor de padre es así.
Al día siguiente, bien temprano, el señor Fernando, camuflado con una bufanda que le cubría casi todo el rostro, aguardaba la salida de su yerno. “Espérale allí, donde la frutería”, le había aconsejado imperativamente su dictatorial Hortensia, “es una esquina muy discreta”. El señor Fernando se sentía un idiota; sabía que una esquina nunca sería discreta.
Finalmente, Ernesto, el tímido y buenazo de su yerno, atravesó el portal. Había llegado el momento de actuar con eficacia; no podía fallarle a su hija.
El señor Fernando siguió a Ernesto por el centro de la ciudad; decididamente, aquél no era el camino más corto para llegar a su trabajo. Durante un cuarto de hora, recorrieron varias callejuelas, Ernesto con tranquila inocencia, el señor Fernando en tensión. Sobre las ocho de la mañana, su yerno se detuvo frente a la catedral e hizo algo insólito: llamó a la puerta con los nudillos. Esperó un minuto, alguien abrió, y Ernesto entró. El señor Fernando no quería entender nada. ¿La catedral, lugar de encuentros amorosos? ¡Adónde íbamos a llegar!
El señor Fernando, entre desconcertado y osado, empujó la puerta, con la esperanza de encontrarla todavía abierta. Tuvo suerte. Entró en el templo desierto, frío, y apenas iluminado. La solemnidad del lugar le hizo dar unas vueltas casi de puntillas, en busca de Ernesto, pero de su yerno, ni un pelo. De repente, oyó voces y ruidos en la parte superior. ¿Y si su Hortensia tuviera finalmente razón?
Los oídos del señor Fernando volvieron a captar algo, pero esta vez ya no eran voces, sino una melodía deliciosa y etérea, llena de sonoridad y expresividad. Las intensas notas musicales procedían del majestuoso órgano. El señor Fernando tuvo que sentarse en el banco más cercano; pensaba que la belleza de la música le provocaría un desvanecimiento. Allí permaneció maravillado, anonadado, hipnotizado, comprendiendo por fin el significado de la expresión “música celestial”.
El estado de éxtasis duró media hora. Un eco atronador sacudió el interior de la catedral, seguido de un silencio que parecía venir del más allá. El señor Fernando pensaba que se trataba del fin del mundo y del principio del paraíso, pero sólo fue el final del sublime concierto. Aún no había recuperado el aliento, cuando vio aparecer a Ernesto. Una voz masculina situada tras una columna se dirigió a su yerno:
-Le felicito, Ernesto. Va mejorando a pasos de gigante. Es usted un alumno aventajado.
-Muchas gracias, maese Pérez –respondió el aludido-, pero el mérito es sólo suyo, maestro. Hasta el próximo lunes.
-Ya sabe, aquí le espero.
Y el señor Fernando vio desaparecer a su yerno por el haz de luz que despidió la puerta abierta, mientras él permanecía sentado, pensando en qué le diría a su hija.

35 comentarios:

Anónimo dijo...

Si confiesas con tu boca que Jesucristo es tu Señor y crees en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salv@.

Romanos 10.

Alberto dijo...

Qué maravillaaaaa, Merceditas: una catedral (majestuosidad divina de la luz) y un concierto de música sublime.
Y a cambio las sospechas, la duda, la falta de confianza para demostrar que al fin el protagonista no sólo no era infiel, sino que robaba a su cotidianeidad anodina, minutos para crear Arte.
Si llevase sombrero, hoy me lo quitaría. Magnífica creación tuya.
Feliz martésculo.
Cuídate y crea crea, pero no lo hagas en silencio: muchos queremos escucharte, leerte.
Besósculos.

Susi DelaTorre dijo...

Hola Mercedes... estoy inundada de la música celestial de la que hablas. ¿Qué le dirá este buen señor a su hija?
¿Le creerá?

Bajo las dudas y las sospechas... a veces la realidad es de lo más inocente y bella!


Un gran abrazo, y gracias por tu visita!

a anónimo, mercedes le dijo...

Pues gracias por tu visita y por tu comentario.

a albertito, merceditas le dijo...

Albertito, siempre dando en el clavo, e incluso yendo más allá. ¿Sabes? Hace casi veinte años, un 14 de julio, sentí lo mismo que el señor Fernando en una catedral...¿Guieres gue te lo güente?

Besósculos arbotantósculos!! Mua!!

a lasosita, mercedes le dijo...

Ayy, Hortensia, Hortensia, que mandas a tu padre a espiar a tu marido, y poco te esperas lo que te va a contar...!

Que sepas que para mí siempre es un verdadero placer leerte! Un abrazo!!

ChusdB dijo...

Mmmm,Maese Pérez...el organista fantasma dando clases al yerno de un hombre con una sola hija,cuántas cosas se entrelazan en la historia,Mercedes!Y dime,¿Ernesto no estará recibiendo esas clases, (por casualidad, je,je) en la catedral de Sevilla?

ChusdB dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
hatoros dijo...

¿NO TE DEIJE QUE ESCRIBIAS COMO COJONUDAMENTE?
LA PENA ES QUE NO PUEDO ENTRAR TANTO EN TU CASA PARA SEGUIR LEYENDOTE PERO CUANDO LO HAGO ES QUE ME CAGO DEL GUSTO
MUCHAS GRACIAS AMIGA Y BESOSABARAZAOS

Minoe dijo...

El título me ha encantado, qué ingenioso y apropiado, jajaja
Buen relato, es cierto que el órgano de una catedral puede llegar a ser sublime y sonar a música celestial (incluso diría que puede llegar a sonar casi tan bien como cuando tocamos los lunes los de mi "Grup Instrumental" jijiji)

silvia zappia dijo...

Caray Mercedes,qué buen título! Confieso que esperaba un cuento erótico!(jiji)
Tu historia es magistral, como (dijo Alberto) la luz de las catedrales.

Mil besos!*

Anónimo dijo...

buen cuento, mejor que Los pilares de la tierra, con menos paja..

Alberto dijo...

Ah, pues si Minoe dice que ese órgano debe sonar como su grupop instrumental, yo quiero escucharla.
¿Para cuándo el concierto?
Preguntitas, preguntitas.
Besósculos miercósculos.
Y nada de dudas que una catedral nunca puede engendrar infidelidades ni infelicidades.
Cuídate

blasblog dijo...

los cantos gregorianos llegan al cerebro al alma, resuenan en las molèculas... como el amor...
muy bonita la ambientaciòn
saludos
Blas

Minoe dijo...

Alberto, era broma, sólo somos aficionados, pero bueno, vamos mejorando con el tiempo, eso sí. Se puede decir que ahora los familiares y amigos nos escuchan sin taparse los oídos, jajaja
¿Próximo concierto? en Navidad. Si alguien que venga a verme lo graba, se lo paso a Merceditas para que te lo haga llegar también a ti y lo escuches, pero no prometo nada... Kisses

a chusdb, mercedes le dijo...

Ay, Chus, tú sí que sabes! La sombra de Bécquer es muy, muy larga...

a hatoros, mercedes le dijo...

Me siento muy orgullosa de ayudarte a combatir tu estreñimiento, ja, ja, ja, ja!! Vuelve cuando quieras! Un abrazo!

a minoe, merce le dijo...

Oye, pues quizás a Albertito le gustaría escuchar alguna de tus pasadas interpretaciones! Vamos, me río yo de los órganos de las catedrales en comparación con vuestro grupo!

a rayuela, merce le dijo...

Bah, me puse ecléctica y casi mezclo géneros, ja, ja, ja!

Besos como una catedral!

a jordim, mercedes le dijo...

Llámame garrula, pero no me he leído "Los pilares de la tierra"...

a albertito, merceditas le dijo...

Albertito, no hagas caso a Minoe cuando dice que es broma, porque no lo es. Pídele algo ya grabado. Yo he escuchado cosas que no están nada mal...Hala, pues ahí tienes mi respuestita, respuestita, que rima con...

Más besósculos arbotantósculos!

a blasblog, mercedes le dijo...

Creo que Hortensia debería ir a la catedral para escuchar lo bien que suena el órgano tocado por su marido...

Un saludo!!

HISTORIAS DE ESTA VIDA X JMEC............... dijo...

MUY BUENO,COMO NOS TRAICIONA LOS PENSAMIENTOS MALOS SOBRE OTRAS PERSONA,PERO SEGURO QUE HUBIESE SIDO MEJOR DECIRLO QUE ESTUDIABA ORGANOS DE VIENTO.POBRE PAPI QUE TUVO DE HACER DE POLI......ABRAZOS.......

Daniel Os dijo...

Técnicamente se trata de un engaño.

Que la buena de Hortensia no sepa que su amado Ernesto asista a clases de música o que tenga dotes magistrales para ejecutar algún instrumento es un quiebre atípico en la comunicación entre marido y mujer.

Ojalá Hortensia esté buena porque merece que ya mismo la llame y la consuele.
D.

a jmec, mercedes le dijo...

Al final, los papis siempre tienen que cargar con el muerto, ¿te has fijado? Menudo papelón!

Un abrazo, y cuídate!

a daniel os, mercedes le dijo...

Ya te digo, yo no le veo mucho futuro a este matrimonio...Ah, y vigila con Hortensia; por muy atractivas que resulten sus cualidades físicas, no es de fiar. Pero si a pesar de mis avisos te decides a consolarla, acuérdate de que papá Fernando estará en la esquina de la frutería!

Un saludo!

Liliana dijo...

MerC pues el papá le tiene que decir a su hija que su esposo toca el órgano celestialmente y que a él le consta! jajajajaajaja

;)

besitosssssssss

pd:tedebolasfotossssssssss =)

Héctor dijo...

Me ha gustado mucho el blog. Felicidades.

Un saludo,

Héctor Gomis
http://uncuentoalasemana.blogspot.com

HISTORIAS DE ESTA VIDA X JMEC............... dijo...

PERO NO SERA PREOCUPANTE VERDAD,SOLO SON MINUTOS Y DESPUES YA ESTA........ABRAZOS.......

a liliana, merce le dijo...

¡Ja, ja, ja, ja, ja, ja!!!

Ya no me debes las fotos!!!! :-)

Besitos de tecontestaréprontoteloprometo!

a hector, mercedes le dijo...

Héctor, muchas gracias por haber pasado por aquí y haber dejado tu comentario. Vuelve cuando quieras, que aquí no cerramos ni al mediodía ni por la noche!

Por el nombre de tu blog, mucho me temo que padecemos del mismo mal, ja,ja, ¿verdad? Si es así, pasaré a visitarte!

Un saludo!

a jmec, mercedes le dijo...

Suerte que sólo son unos minutos!

Cuídate, amigo bloguero!

efterklang dijo...

Jejeje, desconfiada y mandona la hija.

Ya me imagino al padre llegando a casa a decirle a su hija "eeehhh, te engaña con un... órgano" XD

La novia de un amigo le tiene muchísisismos celos a su iPhone, es demasiado jocoso, :D

a efterklang, mercedes le dijo...

Si, sí, me han llegado noticias terribles sobre brutales asesinatos de iPhones por una cuestión de celos...

Vaya, ¿matará Hortensia al órgano?

Un saludo lleno de dudas! :-)

ArteDeAmar dijo...

Que bello!!
Si hasta sentí el sonido del organo.
No todo lo que pensamos és! y eso lo comprueba tu escrito.
Me ha encantado.
Besitos de Arte.

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