EL URBANITA NACE... Y SE HACE…HOY: “LA FUENTE DE LA MARQUESA”

-Ya verás qué bien lo pasarás en la fuente de la marquesa; podrás explorar el bosque, coger flores… ¿No te parece divertido?
Sarita miró a su madre con poco convencimiento, y prosiguió su labor de elegir modelo para la excursión campestre; se preguntaba resignada qué tenía de encantador pasearse entre plantas que hacían estornudar y bichos asquerosos que no dejaban de molestar…
Se decidió finalmente por una falda, una camiseta y, eso sí, sus sandalias preferidas, sin las cuales no pensaba poner un pie en la calle. Se echó un vistazo en el espejo y suspiró; aun dentro de la sencillez, estaba demasiado guapa como para comer en el suelo, rodeada de hormigas.
-¿Pero adónde vas con sandalias? ¿No ves que vas a estar muy incómoda?
-Mami, a estas alturas, ya deberías saber que para presumir, tienes que sufrir.
**********************************************************
Sarita ponía en duda que la marquesa que daba nombre a aquel lugar hubiera aparecido alguna vez por allí, por muy bonito que fuera; todo el mundo sabía que la nobleza residía en poblaciones civilizadas. Y si aún quedaban hadas en el bosque, era porque no se habían enterado de lo bien que se vivía en una gran ciudad.
El bocadillo se le había atravesado en la garganta. La pequeña miró el antipático vaso de plástico, en busca de líquido, pero ya se había bebido todo el refresco. No tenía más remedio que ir a aquella ciénaga que sus papás llamaban fuente.
Llenar el vaso desde una distancia imposible para evitar el barrizal que rodeaba el manantial y mantener al tiempo el equilibrio no era tarea fácil para una urbanita, y Sarita lo sabía. Por eso no le extrañó fracasar en el intento y acabar cayendo dentro de esas putrefactas arenas movedizas. Menos mal que su papá acudió raudo y veloz a los gritos de auxilio; de lo contrario, el repugnante lodo parecía dispuesto a engullirla por completo. Salvó la vida, sí, pero a un alto precio: salió del espeso barro descalza; sus adoradas sandalias habían quedado sepultadas para siempre…
Antes de entrar en el coche que la devolvería a la anhelada ciudad, Sarita dirigió la mirada hacia un crepúsculo invadido por mosquitos y, emulando a su heroína Escarlata O’Hara, sentenció con todo el dramatismo que una niña de 9 años puede poner en sus palabras:
-¡…A Dios pongo por testigo que nunca más volveré a pisar el campo!

27 comentarios:

Minoe dijo...

Jijiji, pues no sabe Sarita todo lo que se pierde! el campo tiene sus inconvenientes, sí, pero son muchas más las ventajas!
P.D Y, como sabes, lo dice una experta en que le piquen bichos, jajaa

Silvia Giordano dijo...

y se perdieron sus primorosas sandalias!. Las mamás siempre dan buenos consejos.
Besos!

Alberto dijo...

¿No será, acaso, Sarita, pbre niña rica?
Coincido plenamente con Minoe en que el campo tiene muchos encantos. Y lo dice un cegato que se pierde el colorido del paisaje.
Besósculos cariñosos de sábado.

Ricardo Rivera Vasallo dijo...

El campo hará que nosotros olvidemos el caos urbano; donde los autos y los aviones se destruyen en sus límites, y las flores y el aire pesa, y se espesa, de tal manera que hace crear cosas irreales (enlamente).

Genial como siempre, cuánto tiempo.

Saludos.

a minoe, merce le dijo...

Para mí, sobran los insectos, pero aun así, opino lo mismo que tú; ya sabes que soy una enamorada de la naturaleza!

a SilviaBeatrizGiordano©, mercedes le dijo...

...Pero las hijas se empeñan (nos empeñamos) en experimentar por nuestra propia cuenta... con resultados nefastos en la mayoría de ocasiones, ja, ja, ja!

Un beso!

a albertito, merceditas le dijo...

Qué olfato el tuyo con Sarita, Albertito, qué olfato el tuyo!

Pues sí, no hay nada como una excursión, pisoteando tierra! Ay, ¿se nota que hace tiempo que no me paseo por la naturaleza?

Besósculos paellósculos. Duerme bien. Mua

a cromosome, mercedes le dijo...

Ojalá la mayoría de la gente lo viera tal como lo expones tú...

Cada vez que vuelves por mi blog, es como si el tiempo no hubiera pasado. Encantada de verte. Un abrazo!

Anónimo dijo...

No sé qué tiene esta Sarita que me ha puesto un poco berraco con todo eso de las sandalias...

HISTORIAS DE ESTA VIDA X JMEC............... dijo...

¿PERO QUE TIENES ENCONTRA DEL CAMPO?SERA NIÑA PIJA,MEJOR QUE SE QUEDE EN SU CASA QUE LOS POBRES BICHOS LO PASAN MAL CON ELLA.......ABRAZOS......

Rocío González dijo...

¡Sarita es de las mías!, 'antes muerta que sencilla' jejejeje
Deliciosa entrada.
Abrazos citadinos
Ro

machulá dijo...

bueno, cuando cumpla los 12 verá que sus papás la llevan a algún pueblo,allí podrá montar en bici, hacer amigas, y tener un poquito más de libertad de horarios, incluso llegará a ver con otros ojos la naturaleza, y descubrirá la comodidad del calzado deportivo,....y cuando entre en los 40, harta de contaminación, horarios y problemas laborales, estará deseando pillar puentes para volver, incluso irá a la fuente donde desaparecieron sus sandalias y sonreirá, sí, sí...

a jordim, mercedes le dijo...

Pues imagínatela con tres o cuatro añitos más...

a jmec, mercedes le dijo...

Oyeee, oyeee, que yo no soy Sarita!! Que a mí, quitando los insectos, me encanta el campo y la naturaleza en general...

Abrazos campestres!

a ro, mercedes le dijo...

...Y porque no aparece en esta historia, pero me puedo imaginar que Sarita también se ha puesto perfume antes de salir a la calle, ¿a que sí?

Un abrazo glamouroso!! :-)

a la machulá, pseítas le dijo...

No sé, no sé...Que las nenas de 12 años de ahora ya son preadolescentes, y a esa edad no andan interesadas por las bicis, sino por Hannah Montana y demás esperpentos. Y si no, ya me darás la razón dentro de unos años, ya...

Malvada Bruja del Norte dijo...

Jajajajaja...Remilgada, remilgada!

a malvadabrujadelnorte, mercedes le dijo...

Ya cambiará esta Sarita, ya....¿O no?, jee, jeee......

Daniel Os dijo...

Cuando niño me enteré que Oscar Wilde definía al campo como "ese horrible lugar donde los pollos caminan crudos" y me costaba abandonar el suelo de ciudad, la sombra fresca del toldo de las tiendas y hasta convivía en armonía con el olor de lo que despedían los autos y el ruido de los ómnibus a plena noche.

Pasados unos años, y tal vez pasado de estrés, me pregunto cuándo me reconcilio con el pasto alto y me animo a vivir tranquilo.

Una vez más me has dejado pensando… no exageres.
D.

Anónimo dijo...

¿Un poco pija no? Lo de urbanita es casi un insulto, ya que las hormigas también tienen sus pequeñas ciudades...

Besos hormigueantes!!

Falete

silvia zappia dijo...

jajajajaja!!!
pobre Sarita, bicho de ciudad!

Y...Escarlata Ohara! genial!


mil besos*

a daniel os, mercedes le dijo...

A ver, me encanta el campo, pero la definición de Oscar Wilde casi me mata de la risa...
Para tu información, me consta que el señor Wilde cambió de opinión y al final dio con sus huesos en el campo....santo.

a faleteanónimo, merceditas le dijo...

Bueno, todo el mundo sabe que "urbanita" no es otra cosa que el apócope de "hormiguita urbana"... XD

Besitos urbanos!!

a rayuela, merce le dijo...

Si es que a esta Sarita, las únicas excursiones que la fascinan son las que hace a los centros comerciales! (y porque Escarlata no llegó a conocerlos, que si no...)

Besos O'hareños!

Anónimo dijo...

!Pobre urbanita! Mejor respirar el humo embriagador de los tubos de escape , pisar un excremento de perro en vez del lodo , beber agua del grifo con sabor a cloro , más fácil , en cuanto a bichos , prefiero las abejas a las cucarachas.

Anónimo dijo...

!Pobre urbanita! Mejor respirar el humo embriagador de los tubos de escape , pisar un excremento de perro, beber agua del grifo con sabor a cloro. ¿Bichos?, no sabría elegir entre abejas y cucarachas. Pero las sandalias son fundamentales segun que sitio vas.

a anónimoanónimo, mercedes le dijo...

Claro, si es que las sandalias son indispensables para evitar el contacto directo del pie con una caca de perro o con el barro campestre...

Saludos sin bichos!

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