Lo primero que hizo al llegar a casa fue sentarse en el sofá y quitarse los zapatos de tacón. “No puedo más”, se lamentó, mientras se acariciaba los pies como si fueran animalitos heridos que imploraran su protección.
Por fin estaba en su dulce hogar. La dura jornada laboral había finalizado y no tenía ninguna intención de volver a salir a la calle hostil. Aprovechó pues para liberarse de unas medias opresoras. “Menuda tortura; a este paso, un día se me gangrena un muslo, seguro”, sentenció con cierto temor. Se masajeó lentamente las pantorrillas y descubrió con disgusto que ya le tocaba una nueva depilación. “Esto es un no parar; menudo coñazo”. Mantener siempre una presencia impecable tenía un precio demasiado alto.
En su afán por recuperar la comodidad perdida, siguió desvistiéndose: primero la ajustadísima minifalda negra y luego la sugerente blusita de generoso escote. “Claro”, reconoció con una sonrisa, “luego me quejo de que el cabrón del jefe intenta meterme mano en cuanto me descuido, pero es que en realidad le voy provocando…”.
De repente se dio cuenta de que ya se encontraba más a gusto. Permaneció un buen rato en ropa interior sobre el sofá, mirando un techo que no le ofrecía nada especial. Sólo algo le molestaba todavía: el sujetador. Tras luchar contra el endiablado cierre, se lo consiguió quitar y lo lanzó con ira al extremo opuesto del salón.
“¡Ahh, así sí que se está bien!”, se dijo al verse sólo en calzoncillos. Aún tenía que desmaquillarse a conciencia y arrancarse la peluca de largos y sensuales rizos negros, pero Ramiro empezaba, como cada noche, a reencontrarse consigo mismo. “Maldita crisis”, mascullaba mientras abría la nevera y sacaba una cerveza en la que ahogar sus constantes dudas, “casi dos años en el paro y cuando encuentro trabajo, es para cubrir un puesto de secretaria de dirección”.
28 comentarios:
Llevo semanas sospechando de mi secretaria en la oficina, no me diga que la espalda peluda significa sí o sí que...
Y yo que le… ¡Puaaaaaaj!
De aquí no sale, ¿de aduerdo?
D.
Ja,jaaaa, me lo imaginaba, hoy en día es mas importante "parecer que ser"! Besos
Eso son ganas de trabajar y lo demás tonteridas. Ja ja ja.
Me sacaste otra sonrisa. Pero sigues pareciéndome algo mala, mire en que fregados metes a tus personajes. je je.
Que tengas buena semana.
Un abrazo.
Jajajajajajajajjaj....jijijijijijiji.....juajuajuajuajua
Me mondo, qué bueno!
PUEDE SER QUE EN LOS CURRICULOS HAYA QUE PONER QUE ERES GEY, NO SE YA QUE HE PUESTO DE TODO Y NADA....Y MIRANDO A ESTOS POLITICOS CREO QUE LO TENEMOS PEOR...ABRAZOS.......
De aquí no sale... con la condición de que no expliques a nadie mi aversión por los viajes...¿Trato hecho?
PD.- Ya sospechaba yo que Ramiro no se depilaba todo el cuerpo...
La pregunta es si podremos fiarnos de la gente que nos rodea, y sobre todo... de las secretarias de dirección!! Mua!
Algo no, he sido muyy mala, porque he puesto a un señor en el difícil papel de cualquier mujer a la que se le exige presencia impecable y si puede ser, sugerente, para gran satisfacción de los machitos.
Hala, pregunta a Ramiro si la experiencia le está resultando placentera y si encima se siente realizado en el trabajo!
Ya ves, hoy me levanté con sed de venganza, jajajajajaj! Serán las hormonas...
Un abrazo y feliz semana también para ti!
Vigila a partir de ahora, Minoe, vigila!!
Mira, no me hables de los políticos, que me tienen bien contenta estos días...!
Un abrazo!
AH QUE CARAY, JUEGAS CON MI IMAGINACIÓN CRUELMENTE, JEJEJE!! Me has dejado dos enseñanzas: 1- Ser bello y "femenino" cuesta caro! 2-El trabajo puede cambiar a las personas radicalmente!
Abrazo caluroso!!
jajajajajajajaja bueniiiiisimo!
cuando he leido calzoncillos, he empezado a sospechar. Con Ramiro, ya... ha sido el acabóse.
Oye Merce, pues hoy había una noticia parecida, de una afgana que ha estado usando un turbante y aspecto masculino para protegerse de la intolerancia!
uf no entiendo nada y es lo mejor cada uno que se arregle.
buen fin de semana
besos
Marina
Uff... qué tiempos estos!!
Un humor genial, Mercedes.
Un cordial saludo!
¡¡¡Pobre Ramiro!!
Mira que le ha pasado. Los problemas que tiene el desempleo son terribles.
Jajaja....¡Excelente historia!
mariarosa
jajajajaja estupendo! me ha gustado mucho, jo! como he echado de menos leerte, bueno por lo menos los fines de semana me queda un suspiro de paz que comparto contigo y la lectura de tus relatos, -suspiro- de lo mas agustito frente al ordenador (luego de quitarme el sujetador)...
Abrazos (jejeje)
Ro
Por cierto, se me ha olvidado decírtelo en mi otro comentario: ¿sabes que la compi de piso de una amiga mía tenía un conejo que se llamaba Ramiro? pues bien, al cabo de un tiempo de tenerlo se dio cuenta de que no era macho, sino hembra, así que tuvo que cambiarle el nombre a Ramira, jajajaja!!!!! es una historia muy parecida, pero al contrario, y para colmo con el mismo nombre. No me digas que no tiene guasa, la cosa... ;-)
Más que el trabajo, el paro es lo que cambia a las personas...!
Cuidadito con esas secretarias de dirección, señor Dáltanos! Un abrazo!
Ya te digo yo, si en el fondo algunas de mis historias parecen estrafalarias, pero luego se demuestra que más lo es la vida real!
Besitos!
Gracias, lo mismo te digo! No que no lo entiendo, sino que tengas un buen fin de semana!
Un beso!
...Como no le pongamos un poco de humor a estos tiempos que corren...!
Un abrazo!
Ahhh, tantas medias, tanta depilación, tanta minifalda...! Con lo bien que estaba antes Ramiro siendo Ramiro...
Un abrazo!
Jajajaja! Claro, eso es lo primero que hacemos las señoras en cuanto llegamos a casa: fuera sujetador y luego ordenador, jajajaj!
Un abrazo risueño!
Recoñe, Minoe, qué historias me cuentas, jajaja! Me ha recordado a la película "Víctor o Victoria", pero en versión gatuna, jajajaja!
Pobrecito... aunque mi lado maquiavélico se alegra de que alguien del otro sexo tenga que mantenerse impecable con la depilación de las piernas y otras torturas que normalmente nos corresponden.
Ahí, ahí, has dado en el clavo!
Sieeejjjqueeee
Chica, es lo que hay...
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