Hoy el día se despierta un poco confuso: ha nevado durante toda la noche y tiene la sensación de haberse levantado en otro lugar.
Pero a Aurora poco le importa el desconcierto de
la mañana y el nuevo color de la ciudad. Es sábado, no tiene colegio y le parece que dispone de
todo el tiempo del mundo para consumirlo con la felicidad que da la avidez.
Se levanta de golpe de la cama y corre en
dirección al salón para adorar, una vez más, al piano que desde la tarde
anterior ya forma parte indisoluble de su existencia. Sus pequeñas manos,
impacientes por volcar sobre las teclas su pasión contenida, emprenden un
espontáneo concierto.
Con el revoloteo de la primera melodía, la madre de
la niña deja su té a medio acabar y acude a la cita musical. Algo parecido le
ocurre al padre, que llega con el último bocado de croissant en la boca. Ambos,
embelesados, se dejan llevar por la infantil interpretación mientras fuera, al
otro lado de los ventanales, la nieve amortigua con ternura la caída de las
delicadas notas.
26 comentarios:
Dejas caer las palabras con tanta
delicadeza que la lectura nos deja
sentir como la nieve va cayendo ...
acompañada del piano y esos padres embelesados.
Me encanta cuando una lectura no dice nada y sin embargo te lo cuenta todo.
Un fuerte abrazo,- me he embarcado en escribir un libro y no sé porqué pero cada vez que abro la carpeta pienso en tu libro, "se tu mismo aunque seas un gilipollas". no me preguntes porqué pero es así.
Cuantos sentimientos resumes en tan pocas palabras. Ni siquiera la nieve distrae a la pequeña de su juguete, felicidad, deseo, satisfacción, sueños futuros de padres y niña, amor filial, familia feliz...
Para romper tanta armonía, solo hacer mención a los vecinos. Yo lo he vivido y es de locura estar oyendo la misma canción durante cuatro horas. Ja.ja.
La imagen dice que fuera hace frio, pero dentro se percibe una sensación de calidez maravillosa.
Me ha gustado mucho..
Entrañable, maravilloso ese contraste de lo de fuera envolviéndolo todo en nieve y el cariño que envuelve a la familia.
Cariñoso abrazo.
Seguramente Aurora llenó de calidez la casa con sus notas, es el contraste con la fría y bella nieve.
Besos,
Que estampa tan bonita, música de piano en la ciudad nevada...
Idílico!!!
Un beso Mercedes :)
A pesar el frio exterior, la musica de Aurora entibia la casa
Abrazo
Jajajaja, mi querido Paco, cuando uno emprende la aventura de escribir un libro, tarde o temprano le acaba viniendo a la mente la palabra "gilipollas", jajaja, pero nada más lejos de la realidad; es un reto, es una aventura, es... un sueño hecho realidad, así que "sé tú mismo"...pero sin nada más detrás. Tu obra será una joya, seguro.
Un abrazo!
Pues mira, yo he tenido mejor suerte, porque mi vecina toca de perlas...Eso sí, siempre lo mismo, jajaja! Empiezo a tener un poco atragantado el "Claro de luna" de Debussy...!
Un abrazo.
Siempre es de desear que sea así, y no al contrario... aunque muchos hogares son más gélidos que el Polo Norte. Por suerte para Aurora, parece que el suyo no está en ese grupo.
Un besito!
De gran delicadeza tu escrito de hoy, con el cual me siento muy identificada, no solo por la nieve, que , no pertenecia a mi imaginario tropical, y ahora es cotidiana, sino con el piano, que solia tocar, bueno mas bien golpear. Envidio esa sutileza que describes, pero igual lo amo.
Besote queridisima
Frío y calor...¿Acaso no es así la vida? :-)
Un fuerte abrazo y feliz semana!
¿Crees que salió después Aurora a hacer muñecos de nieve y a lanzar bolas a sus amigos...o no se pudo despegar de su querido piano?
Un beso con notas musicales :-)
Tómatelo como un homenaje a tu bonito nombre :-)
Un beso y feliz semana!
...Y no sé si al final será por su música o por su ilusión.
Un abrazo.
Excepcionalmente, este fin de semana he tenido nieve en mi ciudad...Sin embargo, no tengo piano. ¿Pasaré por la vida con la frustración de no haber aprendido a tocarlo jamás? Ay, qué desasosiego :-(
Feliz de leerte y de que no me odies. No te olvido y te aseguro que "estoy en ello". Un beso muy fuerte!!!
Bonito.
Mercedes, Mercedes, perdão pela ausência de comentários (falo porque gosto de fazê-los), mas tenho lido sempre...como disse o David C., que gosto também, é bonito, fiquei lendo e imaginando, é quase fácil ver a neve (eu nunca vi), a doçura da criança e o café da manhã (sempre lembro dos cafés com meu pai), a mãe, o padre e a música...quase consigo ouvir...
ps. Meu carinho meu respeito meu abraço.
¡Hola!
¡Guau! Me gusta la sutileza con la que suavizas las palabras, y he de decirte que me has ganado con este texto. Te enlazo ahora mismo.
Un saludo. Nos leemos.
http://elpapiroblanco.blogspot.com.es/
se siente esa nostalgia, esa sensación de familia que no hay que perder.
Saludos
David
Pd: He escrito una historia en mi antiguo blog de Cine para usar el Cerebro, se llama "Todos podemos ser gerentes".
Voy a leerte!
Un abrazo.
Jair, Jair, tu ausencia es como tu presencia, vital, afectuosa, rica...No te preocupes :-)
Espero que estés bien y feliz. Un inmenso abrazo desde la lejanía, en ausencia...y en presencia.
Pues muchas gracias por tu visita y por tu comentario, Ander.¡Nos leemos!
Un saludo.
Viviendo eiquí, na Galiza que non mira a neve mais que nas montanhas, y que mentes preclaras queren destrozar a nosa lingua, fago meu o comentario do meu irmán portugés: "gosto também, é bonito, fiquei lendo e imaginando, é quase fácil ver a neve (eu nunca vi), a doçura da criança e o café da manhã (sempre lembro dos cafés com meu pai), a mãe, o padre e a música...quase consigo ouvir...
ps. Meu carinho meu respeito meu abraço.
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Toca un punto sensible allí de hecho también creo que es una falta de confianza en mí.
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