Hurgar en el propio pasado es un poco como volver a la escena del crimen: somos conscientes de lo sucedido, pero en realidad no sabemos lo que nos vamos a encontrar tiempo después.
El rememorar nos obliga a caminar de noche por una calle desierta y poco iluminada entre viejos lugares, rostros difuminados, perfumes alterados, sonidos descoloridos, objetos huérfanos, caricias marchitas y amores clausurados, mientras resuena el eco de unos pasos que, aunque los sabemos nuestros, parecen los de un extraño.
Como ejercicio, es arriesgado; como juego, muy peligroso. De ninguna de las maneras es aconsejable practicarlo si no estamos completamente seguros de a qué nos enfrentamos.
Sin embargo, y pese a sus inesperadas y a veces amargas consecuencias, nadie puede evitar caer en la tentación porque, al fin y al cabo, y por más que nos autoengañemos, no somos ni más ni menos que lo que ya éramos antes.
20 comentarios:
Las miradas al pasado son tan peligrosas como necesarias. El pasado es la consecuencia de nuestro futuro. Necesario para saber de donde venimos y a donde vamos sin enmascarar la realidad de futuribles.
Uffff......me hiciste pensar. Mejor lo dejo aquí que me lío. Je je je
Un abrazo.
Es más fácil negarlo todo y seguir viviendo.
bellìsima la prosa de este caminito hacia el recuerdo intimo, escondido, nuestro cerebro acumula estas experiencias asì como fueron , como una fotografia, a la que no se puede arreglar con el photoshop; no por nada tratan de lanzar la pìldora para borrar los recuerdos no deseados, osea un poco de nuestra psichis.
un saludo
Blas
Bueno, Mercedes,eso es verdad,pero...."corregido y aumentado" y a veces rae evolucionado que " quien nos ha visto y quien nos ve", ja,jaaaa! Precioso y profundo post,felicidades.
Pero algunas veces somos más de lo que éramos... y esperamos que el mismo progreso lo veamos en nuestra próxima inspección al pasado.
Ya llego, ya, u. Pensé, querida hermosa amiga, que no iba a poder dejarte mi huella en esta entrada tan llena de realidad.
Creo que mientras uno tenga recuerdos está realmente vivo y en cuanto a lo de pasear solo, bueno... siempre uno puede encontrar en qué entretenerse, viendo, observando, sorprendiéndose. Lo malo es cuando uno, siendo ciego, debe pasear. Qué bien le iría si disfrutase de un brazo amigo.
Cuídate y feliz sábado.
Besósculos.
Hum... sí, es peligroso. Además el pasado tampoco es estático, se transforma y nunca sabes la forma que tomará en la próxima revisión y qué significados tendrá.
esta interesante
Hurgamos en el pasado propio, con saña o con benevolencia. Aprendemos, nos perdonamos o nos odiamos...
Saludos Mercedes!
El pasado está ahí. Podemos negarlo, regresar a él...en fin, de nosotros depende lo que queramos hacer.
¿Y sabes qué quiero hacer? Pues disfrutar del fin de semana, hale! Disfruta tú también! Un abrazo!
Cómo me gusta la idea del pasado como una fotografía imposible de tratar con el photoshop!
Yo no tomaría esa píldora, y creo que tú tampoco, ¿verdad?
Un gran saludo, y gracias!
Bueno, bueno, bueno, otra cosa es ver el pasado a través de un traidor espejo, jajajajajaj!
Un beso!
De una manera o de otra se evoluciona, a veces para mejor... y otras para peor, jajaja.
Totalmente de acuerdo en lo del brazo amigo... siempre y cuando el brazo vaya pegado a un cuerpo, porque si no...qué miedo daría, querido.
Un gran besósculo lleno de preciosos e inolvidables recuerdos! Mua!
Ya te digo, como para fiarse de él...
Gracias por pasar y dejar tu comentario!
...Efectivamente, así somos... Y mucho me meto que esto no hay quien lo cambie!
Me alegra mucho verte por aquí! Un gran saludo!
A mi particulamente no me gusta volver al pasado, ya que siempre hay algo oculto que a veces es mejor dejarlo donde está, para no lastimar a otros.
Me ha gustado la forma en como expresas tus ideas, es muy interesante. Te felicito.
Besitos.
Bueno, el pasado es lo que tiene, que ahí está...¿Visitarlo, no visitarlo? Es complicado...
Gracias por tu comentario! Un beso!
Me parece que los viajes al pasado siempre son diferentes, por la simple y sencilla razón de que se hacen desde el presente, y nuestro presente siempre es distinto así como nuestras razones para hacer el viaje!
Lo único certero es que son viajes profundos! Lo único que lamento es no tener una máquina del tiempo, esos si serían viajes al pasado jejej, el sueño de todo historiador!
Saludos desde el pasado!
Ayyyy, señor Dáltanos, qué no daríamos muchos por meternos en una máquina del tiempo y dar un salto hacia el pasado más pasado!
Un abrazo pasado, presente y futuro!
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