Enormes y sólidos muros engullidos por la maleza de un paraje hostil surgen de repente a la vista del excursionista accidental, vivamente impresionado ante el fantasmagórico hallazgo de lo que fue una fastuosa mansión.
Pese a la humillación de haber sido y ya no ser, las piedras que todavía la componen mantienen el endeble equilibrio entre un pasado señorial y un presente con fecha de caducidad, obstinadas en hacer una tétrica ostentación de su ingrata supervivencia, y lanzan esperanzadas unas palabras mudas al desconocido:
“La madera se ha podrido, el tejado se ha desmoronado y la naturaleza está devorando los cimientos…Sin embargo, seguimos en pie porque tenemos mucho que decir… ¿No te gustaría charlar con nosotras?”.
Pero el recién llegado no da muestras de haber recibido el mensaje. Tal vez ellas no han chillado lo suficiente, quizás no han sabido llegar a él o simplemente, han tenido la mala suerte de ser descubiertas por un visitante curioso pero poco intuitivo. La cuestión es que para su gran desilusión, lo ven dar media vuelta y alejarse de ellas.
“¡Ay, si estas piedras hablaran…!”, fantasea el caminante, echando un último vistazo a aquel rincón, antes de marcharse.
“¡Ay, si nos hubieras sabido escuchar…!”, se lamentan ellas.
18 comentarios:
Ay ay ay! A mi me pasa exactamente lo mismo con las mujeres. Me lo llevó como metáfora, auqneu no haya sido ese el propósito final
Un abrazo
el cuento nos da vida, porque da vida a otros, la vida es pasajera y tenemos que aprovecharla, en el sentido de hacer el bien...
un abrazo, mi escritora de cuentos.
el poeta:gonzalo
Ja, ja, ja, ja!!!!! Espero que la metáfora venga por el aspecto relacionado con la (falta de) comunicación, y no porque las mujeres somos pesadas como piedras, jajaja!
Feliz de verte por aquí! Un abrazo.
En la vida real intento hacer el bien o, al menos, no hacer el mal, pero en mis cuentos, a veces llego a ser realmente malvada con mis personajes, jajaja!
Un abrazo!
Ay , si supiéramos escuchar, cuántas cosas sabríamos, me gustaría resistir tanto como ellas , no me escucharían pero yo sí, y seguro que preferrría callarme...
Mercedes, Mercedes é pra ser no mínimo o dia mais feliz deste ano em minha vida, após vir aqui hoje, e eu juro que sinto isso, mas tou meio sem vontades, sem desejo de nada, só quero cumprir meu turno de trabalho e ir para casa deitar-me, e se possível durmir ou morrer até o outro dia.(credo, continuo amargo). Sinto-me honrado com tamanha distinção, sou teu admirador, através de tuas histórias, teus contos, aprendo mais de mim, do mundo, de ti, e te ler é um imenso prazer. Quando digo que tens um olhar apurado, a sensibilidade a flor da pele, sei do que falo. Esqueceri minha dor e caminharei por entre os escombros, onde passado e presente se encontram num futuro, que talvez jamais fosse imaginado. Teus personagens tem a força da natureza, esta mesma que nos cria e nos destrói...e como ele, o personagem perambulo por aí, se houver destruição, melhor, mas se me chamarem, eu não vou. Só virei aqui, porque aqui me sinto querido. OBRIGADO, querida amiga, este era o empurrão que precisava para começar a sair do porão do fundo do poço.
ps. Um imenso abraço de agradecimento da alegria que plantou em meu coração.
gran cuento para el querido Jair.
mil besos, Mechis*
Pues sí, más de uno hay por el mundo con los oídos como taponados, ignorando para qué demonios sirve una oreja a cada lado de la cabeza...!
Saludos!!
Jair, Jair, gracias por tu inmerecido comentario!! Y no sólo por eso, sino por tu amistad, por todas tus virtudes y sobre todo, por esa fuerza tuya para luchar contra el fondo del pozo!
Un abrazo más cercano que nunca!
Por fin, por fin volviste, Rayueletta! ¿Todo bien? Dime que sí y me iré a dormir tan feliz, jajaja!
Mil besos de bienvenida!
Un precioso cuento para jair que me ha deleitado mucho. Un abrazo.
Del refranero popular se sirve la autora para recrearnos un mundillo decadente y que, sin embargo, pudo haber producido lo que algunos llaman milagros. Ciertamente muchos, muchos, van por la vida: sordos, ciegos y mudos.
Felicitaciones.
Un abrazo.
¿Seré yo una de esas piedras olvidadas que necesitan que alguien las escuche para seguir vivivas? ¿Seré, seré...?
Buen viernes y mejor fin de semana.
Besósculos
Un abrazo también para ti y bienvenida de nuevo!
El mundo cada vez está más lleno de zombies que ni oyen ni ven. Y más vale que no hablen, porque para lo que tienen que decir...
Un pétreo abrazo.
Anda, anda, que ahora te voy a piropear: efectivamente, eres una piedra... pero una piedra preciosa, jejeje. Hala, para que te enteres.
Y no me escribas el viernes que viene, que tendré muchas cosas que hacer y no estaré en condiciones de contestarte, cuacua.
Besósculos de fin de semana!
Si que hablan y hasta curan, al menos eso dicen de sus hermanas celtas, aunque para el sordo... ni hablar.
¡Abrazos!
...Es que hay sorderas que no se curan ni a "pedradas", jajajaja!
Un abrazo!
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