Señor, esta noche tengo necesidad de abrir mi corazón...
Dios mío, sabes que de vez en cuando te hago una visita; me gusta charlar contigo, con la confianza de dos amigos que se ven después del trabajo en compañía de una cerveza; también sabes que, en mis momentos más bajos, mi charla se convierte en una oración egoísta para pedirte ayuda…
Pero en cualquier caso, siempre te encuentro.
Tu apoyo me hace mucho bien.
A ti te debo ser una buena persona. Te lo debo a ti, sí, a ti, que en tu inmensa generosidad y tu ilimitada sabiduría, has sabido llevarme por el buen camino, y te doy las gracias por ello.
Pero esta noche, esta noche tan oscura y tan triste, encerrado en mi insoportable soledad, he venido para pedirte un favor extremadamente íntimo…
A ti no te puedo engañar: mi matrimonio es un infierno. No nos queremos. Y no hay marcha atrás.
Pero sabes que no me separaría por nada del mundo. Y mucho menos, divorciarme.
Ante todo, soy católico.
El cura nos dijo: “hasta que la muerte os separe”.
Y así será.
Son palabras sagradas dignas del mayor respeto.
Esta noche, te abro mi corazón de par en par para pedirte algo:
Por favor, Dios mío, haz que mi mujer muera.
10 comentarios:
Ay! A veces me das miedo, de verdad.
...Te recuerdo que nos vemos mañana, dear Yatusabes... que no te pase nada...:-$
cuántos católicos piensan eso mismo...
Ya ves, no habrá gente que piense así... y me parece a mí que no sólo gente con creencias religiosas
Pues es lo que digo, Anónimo, que Yatusabes se aterroriza conmigo, pero no he hecho más que plasmar pensamientos inconfesables de muchísima gente...
Creo, vamos,...
Que sí, Lidia, que sí, que haberlos haylos, jee jee...
¿Conoces una peli -finales de los 80 diría yo- que se titula "Por favor, maten a mi mujer"?
Pues no, no la conozco, pero tiene un título claro y directo ;)
Era una peli bastante divertida, y desde luego, la mujer era "matable"... Claro, que el marido tampoco era un tesorito!
guauuuuuuuuu!
que final!
vaya historia Mercedes!
Los católicos son la monda!jajajaja
Mira, n-a-s-a, tú que eres tan planetaria, me entenderás: con este cuento he mostrado... la cara más oculta de mi luna!
Un beso intergaláctico!
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