SEMANA DEDICADA AL TREN Y A LAS ESTACIONES. HOY:“LA PUTTANA DELLA STAZIONE”

Un día bajó de un tren, huyendo de su pasado y buscando un futuro.
O al revés.
La cuestión es que se quedó en la estación.
Es italiana. O al menos, habla italiano.
Posee una belleza rotunda, exuberante.
Y un poco melancólica.
Su sonrisa descarada oculta su timidez. Su determinación encubre su miedo. Su seguridad en el andar, su soledad.
Es buena actriz, pero la mirada perdida siempre acaba por delatarla.
A veces, cuando el andén se queda vacío y sólo la rodea el eco de una despedida, se sienta en un banco, y llora.
Su verdad dura poco: pasados unos minutos de desahogo, recoge las lágrimas y vuelve a ponerse la máscara, única compañera en su eterno deambular por la enorme estación, en busca de clientes.