HACÍA TIEMPO QUE NO HABÍA TOQUECILLO SÓRDIDO... HOY:“LA LETRA, CON SANGRE ENTRA”

Por más que se diga lo contrario, no siempre los libros son una fuente de placer. Hay gente a quien una obra literaria le cambia la vida. Y si no, que se lo pregunten a Plácido:
Una novela le mató.
Fue en una librería. El destino (que debía ser de ciencias) quiso que la estantería más alta cediera ante el enorme peso de las palabras; el pobre Plácido se vio atacado por sorpresa por una avalancha literaria. Un volumen de “En busca del tiempo perdido”, de Proust, fue certero.
No os extrañéis si Plácido regresa para intentar recuperar el tiempo arrebatado.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Pobre Plácido. Es que la literatura buena tiene mucho peso.

Por cierto, cara Merce, me parece que tienes un poco de fijación con el pobre de Proust y su Recherche...

Siempre lo sacas a relucir (y no sé si eso es bueno...).

A mí me pasó algo parecido hace años, cuando vivía con mis padres: Estaba durmiendo plácidamente (qué coincidencia !!!) y se vino abajo una estantería que tenía a los pies de la cama, cargadita de literatura inglesa (cada cual, con lo suyo).

Anónimo dijo...

Sí, ya me he dado cuenta de que Proust revolotea demasiado sobre mi cabeza... Lo bueno del caso es que no es de mis escritores favoritos (si fuera Victor Hugo...), así que lo achaco al hecho de que sea cangrejo. No se me ocurre nada más. Bueno, y que me cae bien.

PD.- Así que la literatura inglesa también tiene sus efectos secundarios... :-)

Anónimo dijo...

En los barcos,tenemos la precaución de trincar todo "a son de mar" antes de iniciar cualquier singladura.
Aún así, los balances y cabezadas hacen que se caigan las cosas,lo que es un peligro no sólo por impacto directo, sino porque el corrimiento de cargas (desplazamiento de las mismas, no seais guarros)puede producir variaciones en la estabilidad de la nave.
Que pena no ser Proust para contaros esto con todo detalle, chirrido de la estantería con los vaivenes del mar inclídos.
Ultimamente no dejo de recibir curiosas señales para que me decida de una vez a leer "En busca del tiempo perdido".
En mi modesta estantería tengo "Por el camino de Swann" desde hace años, sin leer.
Habrá que recobrar el tiempo perdido.
Gracias.
Saludos
Capitán Berto.

Anónimo dijo...

no,si los libros no son buenos(al menos los escolares y de espias no)
¿Trabajaba en la biblioteca? Aun asi,tragica defuncion.

Anónimo dijo...

Me alegra saber que el volumen de Proust que habita en tu estantería es menos díscolo y rebelde que el que atacó al Plácido de mi minicuento. Te aconsejo que te decidas a hacer caso de las señales y que lo leas, siempre y cuando estés de vacaciones, perfectamente relajado... y en tierra firme.

PD.- Tu aclaración sobre el significado de corrimiento de cargas me ha tranquilizado.

Cordiales saludos a son de mar!

Anónimo dijo...

...Si Plácido hubiera trabajado en la librería, se habría considerado un accidente laboral, tan (desgraciadamente) de moda en la actualidad.

...Y sí, Diego, hay libros que no sirven ni para quemarlos!! (aunque esté mal el decirlo, glups!)

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