-Y bien, Marcela, para finalizar la sesión, dígame, ¿ha hecho usted los deberes?
La mujer aparta del ojo derecho un reseco mechón de pelo moribundo, y responde con docilidad:
-Sí, doctor, traigo la lista de preguntas… ¿Quiere que se la lea?
-Por supuesto; proceda, proceda…
Marcela abre el bolso y saca una hoja un poco arrugada llena de anotaciones. Al agachar la cabeza, la pajiza melena de cortes asimétricos cae sobre ambos lados de la cara, como si se la quisiera merendar. Marcela echa la cabeza hacia atrás para librarse de tal amenaza, en vano. Al final, se recoge el pelo rebelde con la mano izquierda, y dice decidida:
-Bien, pues allá voy… Es un poco larga…
El psiquiatra no está teniendo una buena jornada laboral; no hace otra cosa que recordar su vocación frustrada de equilibrista circense. Aunque su profesión soñada y la real tienen mucho en común, hoy es uno de esos días tontos en los que se pregunta por qué eligió el endeble camino de la mente, y no el sólido de la cuerda floja.
-No importa -contesta a su paciente-. Adelante, Marcela, adelante.
La buena de Marcela carraspea y comienza:
-Si les digo que quiero el flequillo largo... ¿por qué acabo pareciéndome a Juana de Arco?
Si les digo que me pongan mechas “de mi color”, pero en un tono más claro... ¿por qué luego me dejan rubia platino?
Si les digo que me ricen… ¿por qué salgo con los pelos tiesos, después incluso de haberme hecho beber una copa de anís, con la excusa de que la permanente será más fuerte? ¿O es que necesitaba una botella entera de vodka?
Si les pido que no me entre agua en las orejas... ¿por qué de repente tengo la sensación de estar bajo el mar?
Ya está, eso es todo, doctor.
El psiquiatra observa en silencio el cabello torturado de Marcela; le recuerda vagamente a las pelucas del payaso tonto de los circos. El circo… de nuevo emerge su maldito pensamiento recurrente… No puede evitar fantasear sobre lo bonito que habría sido viajar por todo el mundo como funámbulo de una troupe internacional. Mira el reloj.
-Bien, Marcela, continuaremos el próximo día.
-Oh, vaya, es cierto, ya pasó la hora…
-Sí, Marcela. Además, hoy debo marcharme pronto porque…tengo hora en la peluquería.
35 comentarios:
JAJAJAJJAJA
irá al mismo lugar?
besito =)
El eterno problema de las mujeres, por lo menos las que yo conozco...el pelo.
Seguramente Mercedes, digo Marcela, queda siempre guapa aunque no convencida.
Besos Marcela, digo Mercedes
=)
Merceditas feliz lunes.
Hablando de circos yo conozco a unas palabras que son expertas en hacer acrobacias, ¿serán amigas de ese doctor tan taficionado al equilibrismo?
Hay un libtbro muy interesante sobre la vida en un circo: "Agua para elefantes" Es muy entretenido. Recomendable.
Besósculos circósculos.
Ale, cuídate.
Bueno bueno Merce, aquí está el José Oneto alias ''Falete Oneto'' que hace un análisis de todo, desde el precio de la gasolina hasta el color de los brotes verdes (así como el color del caballo blanco de Santiago). Ergo, estas preguntas tienen fácil solución [me echo el flequillo para atrás y parezco el prota de Evasión en la Granja]. Ejem, ejem:
-Si les digo que quiero el flequillo largo... ¿por qué acabo pareciéndome a Juana de Arco? Culpa de Zetaparo y su 'Memoria Histérica'
-Si les digo que me pongan mechas “de mi color”, pero en un tono más claro... ¿por qué luego me dejan rubia platino?
tríncame el Pepino
-Si les digo que me ricen… ¿por qué salgo con los pelos tiesos, después incluso de haberme hecho beber una copa de anís, con la excusa de que la permanente será más fuerte? ¿O es que necesitaba una botella entera de vodka?
A mí también me gusta dejármelo así en verano (¿?)
-Si les pido que no me entre agua en las orejas... ¿por qué de repente tengo la sensación de estar bajo el mar?
Tu belleza, Merce, ha provocado que Poseidón te arrastre. No problemo, en seguida va a por ti Salvamento Marítimo.
Falete Oneto abandona la mesa de tertulia, cobra su pasta y le espera un taxi a la salida de Telecinco (por el culo te la hin...)
Aplausos!! Que buen relato! Me recuerda un poco a mi analista, me encantó, te sigo leyendo :)
Saludines.
...Pues si es así, peor para el psiquiatra!! No sabe lo que le espera, jua!!!
Un beso sin pelos!
Ja, ja, ja, ja,ja, es verdad!!!! Pero es que los señores lo tenéis tan fácil.......!
El problema de Merc...Marcela, es que está traumatizada, y sólo de pensar en peluquerías, se le ponen los pelos de punta :-$
Un beso!!!
Hooola, hooola!
Oye, ¿trabajan estas palabras sin red? Me disgustaría que alguna de ellas acabara espachurrada en el suelo...
"Agua para elefantes"... mí no conocer, pero añadir a la lista de lecturas si tú recomendar.
Besósculos infinitivósculos, mua!
Hombre, ja, ja, ja, ja, muy ocurrente y refrescante, sí señor (lo digo por el pepino), pero...NO SON ESAS LAS PREGUNTAS!!!!!!! Ya te las he pasado a tu blog, para que no haya malentendidos...
PD.- Oye, aquéllas son para responder en serio, ehhh? ;-)
En el fondo, y tras unos años de profesión, todos los psiquiatras desearían trabajar en el circo...
Gracias, y ya lo sabes, encantada de que pases! Un saludo!!
El payaso de la foto es el de Micolor?
Yo creo que tengo la solución para Marcela: que se rape al 0 y así no habrá problemas. Y además podrá gastarse el dinero que le paga al psiquiatra y al peluquero en irse de viaje, por ejemplo :-p
P.D Y pa' qué tiene el psiquiatra hora en la peluquería, si está calvo como una bombilla? éste sí que necesita ir a que lo psicoanalicen ;-)
Jeje tu y los finales tan divertidos e inesperados que haces, me encantan.
Saludos!
¡Hay problemas que un psiquiatra no será capaz de solventar, por mu circense que resulte ser!...creo que Marcela debería cambiar de peluqueria je,je
Besito.
¡dime! dime! dime!
No, no es de Micolor, sino de... Mallorca, jua, jua, jua, jua!!!
Míala, qué apañá, si ya has arreglado la vida a todos! ;-D
Me alegra mucho saberlo, Deigar!
:-)
Un saludo y hasta pronto!!
Sobre todo, si el psiquiatra no anda muy centrado, ja, ja, ja!!!
Un beso!
PD.- Conoces alguna peluquería decente para Marcela?
Ya te he dicho, ya te he dicho, ya te he dicho, ja, ja, ja, ja, jaaaa!!!!!
Ay! LOs psiquiatras!!! Ay! Los peluqueros!
Huyamos hacia el circo!!!!!!!!!!!!!
Buenísimo Mecha ( de qué color?)!!!!
Besotazos!
¡Coño! ¿me has visto y no me has dicho nada? ¡como eres Merceditas!
Pero... con aires de Scarlett... ¡Juro que nunca más volveré a teñirmeeee! y juro que cambiamos de peluquería, yo también voy platino glups! siejjqueeee
Muasssssss
Jajaja. Bueno yo no soy muy quisquillosa con ese tema, tongo el pelo tan fino y liso que hace mucho que deje de intentar rizarlo. Además ir contra reloj tiene sus ventajas, corre, rápitod haz lo quepuedas que en media hora he de estar fuera, jajaja.
En fin de todas maneras pienso que Marcela tiene demasiado tiempo libre y pocas preocupaciones si ha de ir al psiquiatra a consultarle semejante memez.
Besos y feliz semana.
Estoy triste...
No0 me gusto nada que el psiquiatra no tuviera vocación, es cruel, para mi es cruel un psiquiatra frustrado, ay ay, pobre Marcela, pero más pobre de él y de todos sus loquitos.
Y si, jajajaja.
Slds.
Paula
.....Y?????
.....Y?????
Genial!!! Muy buen cierre.
Un placer leerte.
Jajaja, no sé a quien maldecir, si a los peluqueros, o a los psiquiatras.
Saludos Mercedes, Genial tu narración.
Abrazos.
Eso, eso, al circo, que siempre hay un más difícil todavía!
Besos de domadora de ratas, juajuajua! Mua!
Pa matal·los!!!!
Estoy pensando en hacer un curso on line, ya sabes, por aquello del "yo me lo guiso, yo me lo como". Peor no lo puedo hacer, seguro!
Besos mecheros!! (de mechas, claro, jua)
Bah, yo creo que Marcela lo que quiere en realidad es seducir al psiquiatra con su melena... :-)
Un beso!!!!
PD.- ¿Cuándo acabas tus vacaciones blogueras? Vuelve pronto, porfa, vueeelveee!
Pues más de uno habrá, estoy convencida... Aunque seguro que también hay algún equilibrista de circo frustrado al que le gustaría haber sido psiquiatra, ja, ja, ja!!!
Un saluditooo!
...Y nada, ya está! Ja! Mua!
Gracias! El placer es mío, de verte de nuevo por aquí!
Un saludo!
Bueno, algo tienen en común: los dos "trabajan" con las cabezas ajenas, ja, ja, ja, ja!!!
Gracias! Un abrazo!
Ja,ja,ja, MerC en Calpe hay una que está muy bién, pero no se si a Marcela le quedará muy a mano...
Besito volado.
Cuando se trata de una buena peluquería, las distancias carecen de importancia, ja, ja, ja!
Se lo comentaré a Marcela, sí...
Mil besos!!
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