Llevaba largo tiempo acariciando una idea que no dejaba de rondarle por la cabeza las veinticuatro horas del día, hasta que al fin decidió llevarla a cabo. “El mundo es de los audaces, no de los pusilánimes”, le habían repetido sus padres sin cesar durante años. Y tenían razón, desde luego, claro que la tenían.
Como para cumplir su objetivo le faltaban conocimientos específicos, optó por realizar un curso intensivo. Tres noches por semana tras una pesada jornada laboral le resultaría realmente duro, pero sus padres le habían inculcado hasta la saciedad el sacrificio como máximo exponente en la escala de valores de la vida. Por supuesto, lo conseguiría, vaya, si lo conseguiría.
En efecto, a punto estuvo de tirar la toalla en más de una ocasión debido al agotamiento, pero sus padres siempre habían dicho que abandonar era de cobardes, y a él le habían educado en el coraje más extremo. Por eso, pasados seis penosos meses, logró llegar a final de curso siendo dueño y señor de esos conocimientos tan anhelados. Había alcanzado el reto.
Y ahora, frente a su primera obra recién acabada, se sentía orgulloso, y no dejaba de pensar en los severos pero inestimables consejos de sus padres. Bien había valido la pena tanto cansancio, tanta falta de sueño, tanto esfuerzo. El fruto de su sufrimiento sería sin duda la mejor herencia, convertida en provechosa lección.
Contempló el resultado sin prisas y lo saboreó con minucioso narcisismo, recorriéndolo centímetro a centímetro con mirada enferma de placer, acariciándolo con manos trémulas de emoción, aspirando su frío olor a yeso todavía fresco, y llegó a la conclusión de que nadie, absolutamente nadie, ni siquiera el especialista más experimentado, descubriría que en su propia habitación acababa de levantar un falso doble tabique delante de la pared original, como singular monumento funerario a la sempiterna memoria de papá y mamá.
24 comentarios:
aaaaaaaaaandaaaaaaaaaaaa! ja!
este sí es negrooooooooooo......directo al manicomiooooooooooooooooo!
=))
besitos
Hola, acabo de llegar hasta aquí y al leer este estupendo relato me ha asaltado una duda, ¿el curso acelerado era de yesero o de asesino psicópata?
Un saludo.
me as dejado....asi '0'
....Pero neeegro oscuuuuurooo!!!!!! Sí, al manicomio, pero....no al tuyo!!!! Allí queremos a otros ejemplares, jee, jeee...
Muchos besitos!!!!!!!!!
Rapanuy, bienvenido y gracias por tu comentario!
Respecto a tu duda, no sé, yo creo que lo del curso fue una necesidad, mientras que "lo otro" ya era vocacional, jee, jee...
Vuelve cuando quieras! Con tu permiso, pasaré a visitarte pronto! Un saludo!
¿...Y estás mejor ahora? :-)
Joder! nena, ni Chandler lo hubiese puesto more black!!
Congratulations!!!
uuuuuuuuuuaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!!!!!!!!!
padres castradores=trabajos manuales
qué bien que te queda el negro!
Mil besos (y me voy, porque creo que Celeste está construyendo una pared...)
Jajajajajjaaja, con éste sí que me has pillado desprevenida. Muy bueno y como dice el resto de comentarista, muuuu neeeegro! (aunque el falso tabique sea blanco)
Ayy, es que tengo últimamente un noséquéquéséyo que me lleva por el camino de la negrura...A ver si para el fin de semana cambio y pongo algo jocoso!
Besos (otra vez) huracanados! (¿En Bocata no se ha llevado el viento la B?)
...Pues mucho cuidadito con esas "manitas celestes", ja, ja, ja, ja,ja!!! (pregúntale si ha hecho un curso nocturno...)
Mil besos sin paredes!!!
...Qué lástima, nena, todo el mundo ve lo negro de la historia, pero nadie se fija en lo bonito y blanquito que ha quedado el tabique, jee, jeee, jeeeeee... Vamos, si parece un trabajo de profesional! XD
ostia.. los trabajos manuales de todas formas a veces dan muchas alegrias..
¡Está claro que sin cursillos uno no llega a nada!...ahí tenemos el mejor exponente de aprovechamiento de cursos...y de obediencia je,je ¡Es que los padres se pasan...pero éstos ¡lo bordaron!¡¡¡Que baratito le salió el entierro,¿Sería que también hizo un curso de economía aplicada? Ja,ja,ja.
Vamos, yo diría que casi siempre...¿Qué te hace pensar que el prota de esta historia no estaba contentito con el trabajito realizado con sus propias manitas?
Así es, Brujita, formación, mucha formación y fuerza de voluntad!!! No sé si la formación mueve montañas, pero sí... levanta tabiques, jee, jee...
Un besito!!!!!
ME AS DEJADO HELADO,PERO QUE CURSO ERA ESE,ESTE CUENTO ES PARA HERLON HOMS,( NO SE COMO SE ESCRIBE)ES CUENTO NEGRO,TIENES QUE PONER PARA DIEZCIOCHO AÑOS........ABRAZOS,......
A ver, te explico: el curso era de esos que hacen para parados (a mí casi me obligan una vez a hacer uno para reparar calderas), y el cuento no es negro, sino de color (es que negro es políticamente incorrecto, ja, ja, ja, ja)
Un abrazo!
....pensé que podía haber cambiado de color, pero veo que no!
.......y alguien la dió mi dirección, lo bueno que no lo dejaron entrar al manicomio!
=))))
Hola,aqui de paso por tu sitio y como siempre tu lugar muy placentero,siempre disfruto mucho de venir y leerte,un agrado tu entrada,te invito a peregrino de sabiduria a peregrinar algo nuevo,mucha luz y hasta pronto...
Bien hecho!! Que no le dejen pasar!!! No lo queremos allí!
Besitos de tranquilidad! ;-)
Siempre es un placer verte por aquí y visitar tu blog!
Hasta muy pronto!!
Uff!! Qué motivación la del chaval!
Toda una retahila de enseñanzas, bien aprendidas, a la vista queda...(o no)
¡Estupendo relato, Mercedes!
...Te iba a decir que era un ejemplo de motivación a seguir, pero... mejor me callo, ja, ja, ja, ja!!
Un abrazo agradecido!
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