La Sra. Felisa era tan alta como ancha.
La costilla de Adán, convertida en cuadrado.
Una señora de reacciones lentas, gesto amargado y cara adormilada, que recordaba a una tortuga.
Siempre armada con su delantal-caparazón.
Cada arruga que surcaba su cara era consecuencia de un disgusto. Lo cierto es que esta mujer no había tenido una vida feliz: nació con un trapo debajo del brazo, y ya desde su más pútrida infancia se perfumó con lejía.
Y tan buena mujer que era, la Sra. Felisa.
Sobre todo, cuando dejó la bebida.
Las telenovelas la ayudaron a desembarazarse de ese vicio que empezó siendo un refugio.
Hay que comprenderla.
Ella no tenía más que su cubo de fregar el suelo y aquel maloliente trapo mojado, inseparable como un tiñoso gato fiel.
Nada más.
Porque, un marido amargado y sin trabajo… ¿es tener algo?
No echaba de menos a los hijos que nunca llegaron; seguro que habrían estudiado y después se habrían avergonzado de ella, como le ocurría a la verdulera del mercado.
Pero ella lo había pasado muy mal con la bebida. Muy mal. No llegó a utilizar la colonia para perfumarse por dentro.
Pero casi.
Un día, empezó a ver por curiosidad el culebrón de la una y media, y ni se acordó de su vaso de coñac. Y lo mismo sucedió después de comer, con la telenovela de las tres y media: se olvidó de su anís.
Si hubiera sabido escribir convenientemente, habría plasmado en papel su terrible experiencia y su curación gracias a las telenovelas…Pero como era incapaz de expresar sus pobres pensamientos, este pequeño milagro siempre quedará en secreto. Y de todas maneras…¿a quién le habría importado la vida de esta mujer?
29 comentarios:
Yo creo que algún día habría que declarar las telenovelas bien cultural de interés nacional, por su incalculable colaboración en la supervivencia de las amas de casa.
Quiero pensar que la pica de la foto ha sido convenientemente "decorada", a modo de atrezzo teatral, para imprimirle mayor fuerza -si cabe- a este bonito relato...
Porque hay que ver lo guarra que está la pica, llena de platos grasosos! jaaajajajaj
Ostras, Lidia, me acuerdo de un culebrón que hacían después de comer durante mi último año de carrera... Me enganché porque me relajaba muchísimo!!! Y en cuanto se acababa, me iba a estudiar, pero con una actitud más positiva...
Yatusabes (con ascendente virgo???? De verdad???), no pienso contestarte si no es en presencia de mi abogado.
Pocas veces había visto algo de utilidad en las telenovelas, aunque sí, es cierto. Mucha veces son el refugio de las pobres amas de casa que se la pasan todo el día trabajando y atendiendo a los hijos.
No se les puede culpar.
Un abrazo Mercedes.
Pues, ni soy ama de casa, ni me paso el día cuidando a los hijos (entre otras cosas porque no tengo, juasss). Pero si me gustan las telenovelas. Es más me encantan aunque ahora haga bastante tiempo que no vea ninguna. Y me molesta bastante que sea un género tan despreciado. Yo no voy por ahí despreciando el fútbol, el cine de terror y miles de cosas que no me gustan (vale, mentira, sí voy por ahí despreciando "algo" pero como lo desprecio tannnnto, ni lo voy a nombrar)
Y sé de alguien que no se perdía las desventuras de Emperatriz Ferrer y las aventuras de Tito Clemente, ¿verdad?
En cuanto a la pica de la foto... me consta que es puro atrezzo, jajaja.
¿Qué te parece, Joyrider?
¿Crees que se podría hablar del "poder terapéutico de la telenovela"?
Un saludo!! ;-)
PD.- He iniciado una campaña para que los lemures dejen de maquillarse los ojos.
Que conste, Trinité, que ése era el culebrón del que le hablaba a Lidia más arriba! Oye, lo bien que me fue para despejarme la cabeza y poder estudiar mejor...!
Aún me parece oír a la loca de Emperatrisss diciendo: "Tiiiiiiitoooo, Tiiiiitooooo Clemeeeeeeenteeee!!"
Ja, ja, ja, ja, era genial!!
Uy, yo he estado enganchadísima a todo tipo de series, y, sí, claro, no sólo son útiles para las amas de casa :)
Odio decirlo, Lidia, pero ahora ando enganchada a "Ventdelplà", un grandísimo churro con historias absurdas...¡pero aún no he podido dejarla! Auuurrrggghhh...!
Ays, yo estas cosas catalanas, como que no. No me acaban de convencer.
Donde haya una Cristal, de toda la vida! Eso eran culebrones, aunque reconozco que ahora l@s sacan a tod@s más guapos. Lo único que no soporto es cuando sacan a niños. Me entran unas ganas de cruzarles la cara en el 2º episodio... ¿Y quién no se acuerda de la mala malísssisisima Ángela Channing? Facon Crest, aunque fuese yankee, no dejaba de ser un culebrón estupendo. Una soap opera, que dicen ellos.
Pues yo a Ventdelplà no me he enganchado (aún) de pura casualidad, porque hasta los alumnos me hablan de ella!
al final resultará que las telenovelas son terapéuticas.
Saludos.
Eiiiii...lo reconozco, yo también estoy enganchada a Ventdelplà, jajaja... "Descobreix-te, i sentiràs que el camí..." :-p
È vero, Yatusabes, Angela Channing forever!!!!
Ostras, ahora me acuerdo que no sólo me enganché a "Pan Con Crest" (como decía mi tía abuela, ja, ja,ja), sino también a "Flamingo Road"!! Sin embargo, nunca me llamó la atención "Dallas", o "Dinastía"...
Lidia y Noemí, odio la canción de "Ventdelplà", odio las historias, odio a casi todos sus personajes... y no me la puedo perder!!!!!
¿Es grave, doctor?
¡Lidia, no caigas!¡Aún estás a tiempo!¡No escuches a tus alumnos!
Nosotras mismas, me había parecido oir a lo lejos unos tacones...
...Y eras tú!
Estás es tu casa! Sin culebrones (terapéuticos o no)
Un saludo! ;-)
¡Ainssssssss, "Falcon Crest"! A mi me encantaba Richard Channing, el malo. En cambio, al tontolaba de Chase no lo soportaba. Siempre he sentido predilección por los malos.
¡Y "Cristal"! ¡Cómo me gustaba esa novela!Pero la mejor de todas... ¡"Corazón salvaje"!
¡Ah!, estoy de acuerdo con Yatusabes en lo de los niños. El otro día ponían "Parque Jurásico". Si yo hubiera sido el prota, les hubiera echado los niños al tiranosaurio para que merendara.
Eh! Qué pasa? Nadie en este blog ve la fea (Yo soy Bea)?? Me encanta! Bueno, me encanta Don Álvaro Aguilar (el actor Alejandro Tous).
Sí, Trinité, el Chase era bastante asquerosillo, y no te digo nada del hijo y la hija!!
A mí me encantaba la hija loca de Angela Channing...¿cómo se llamaba?¡Era tremenda!
Mira, Baby, no me hables de esa serie... Tu tía (mi madre) no conoce a nadie mientras la ve!
¿Pero ves? El prota no le acaba de gustar... (bueno, piensa que su ideal de belleza es Charlton Heston, ja, ja, ja!)
Bienvenida otra vez al blog !! ;-)
Un beso!!
¿ pá cuando la publicación de los cuentos?????, este es sencillamente genial, y la foto - real como la vida misma - le da el toque perfecto.
A mí me gustaban mucho los culebrones en general, nunca recuerdo los títulos, ahora estoy desenganchadad y procuro no ver ningún capítulo para no volver al vicio.
Culebrones, futbol,...son distracciones sanas ( no se matan animales), cada cual que elija la suya ...
ángelamariantonia al aparato.
Un marido, amargado y sin trabajo jajajja es un estorbo! jejejeje
buena historia. La historia con la foto ... Me encantó esa foto!
La historia me la he inventado (aunque supongo que habrá más de una portera -y no portera- en esa situación), pero la foto... está basada en hechos reales! ;-)
Son cosas que suceden en éste nuestro planeta...
Un saludo cósmico! :-)
Ángelamariantonia, yo me hago la misma pregunta sobre la publicación de los cuentos, ja, ja, ja!! Ya me gustaría...
Gracias por tu comentario!
La foto, snif, es demasiado real...!
En los culebrones no verás NUNCA una cocina así...
Mercedes, tu madre (al igual que la mía) tiene muuuuuuuy buen gusto. No me negarás que Charlton Heston en sus años mozos estaba de rechupete. Véase por ejemplo "Cuando ruge la marabunta". Palabras de mi mami cada vez que ve la película: "Pero si es que hasta sudado y lleno de hormigas está guapísimo". Pero al contrario que tu madre, la mía no se ha enganchado a "Yo soy Bea". Bueno, no se ha enganchado a la versión española porque lo que es la original, nos la tragamos enterita (bueno, yo solo la mitad, jeje), hasta mi hermano la veía.
¡Ah!, la loca de "Falcon Crest" era Emma. Era de mis favoritas, se hacía la tonta y luego era más lista que nadie, juasss. Se agenció un marido que parecía un armario ropero con las puertas abiertas.
...Pues a mí el Heston, pché, qué quieres que te diga... ni fu ni fa...
Así que era Emma, es verdad! Esa sí que sabía, ja, ja, ja!!!
Las telenovelas son un tema de conversación muy muy socorrido. Te permiten apasionarte, criticar, sonreirte, etc. de las vivencias de otros/as ... Recuerdo que hasta que no me enganché a Gent del Barri (Eastenders en versión English) me ayudó a "confraternizar" con las chicas del curso aquel feliz año 1995 en England. A partir de ese momento, seguía siendo la Spanish, pero una Spanish "enrollada".... en fin....
Bueno, Anónimo, pues al final quedamos en que las telenovelas no son tan tan tan malas como dicen, ¿verdad?
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