Aquella mañana, no fue el tirano despertador quien sacó a Anselmo Abril de su mundo onírico, sino la algo más indulgente jubilación anticipada. Era el primer día de una nueva vida. Ni mejor, ni peor. Sólo nueva.
Recordó que la noche anterior, su joven esposa le había organizado una excitante jornada:
-Mañana, sobre las once, viene el de los congelados -le había dicho, antes de dormirse-. Te dejo el dinero justo en la estantería del salón.
-¿No estarás tú? – preguntó el marido, un tanto sorprendido.
-Huy, qué va, qué va, si tengo depilación, luego pelu, y un masaje relajante antes de comer…-y apagó la luz de la mesilla de noche.
“Claro, soy yo quien cambia de vida, no ella”, dedujo el ocioso novato, en la más completa de las oscuridades, mientras empezaba a notar el peso del tiempo libre sobre sus espaldas…
Así que cuando Anselmo Abril se levantó aquella mañana, no quedaba nadie más en casa. Se aseó en silencio, desayunó solo y esperó pacientemente la llegada del repartidor de congelados.
A la hora prevista, llamaron a la puerta. Anselmo Abril abrió.
-¿No está la señora?
“Estos palurdos vestidos de verde no tienen educación”, pensó Anselmo Abril.
-Buenos días –recalcó, molesto-. No, no está la señora; hoy está el señor.
El repartidor, impávido, le entregó la helada mercancía, junto con la caliente factura:
-Son 47 con 45 –dijo, secamente.
Anselmo Abril puso el dinero en la mano del repartidor. El hombre de verde observó la cantidad; de repente, su semblante se trasformó y quedó iluminado por la emoción.
-¿También me lo das exacto, como tu mujer? Gracias, eres un sol.
Fue entonces cuando el repartidor tuvo un gesto inesperado hacia el jubilado anticipado: le acarició la cara con la fría ternura que deja el tacto de una lasaña de salmón congelada en la palma de la mano...
Anselmo se quedó helado y más aún cuando, antes de marcharse, el repartidor le lanzó una última y muy dulce mirada y le dijo:
-Adiós, guapetón. Hasta muy prontito.
32 comentarios:
Aaaaala... menudo final, jajaja... Sí que sin duda es para dejarte helado!! Besos y mordiscos.
Se me desató tanto la imaginación que se bloqueó. Mejor así....je je
Un abrazo.
Buen inicio de semana, hermosa.
Ella conocía bien al repartidor y como lo conocía tan bien , prefirió dejar al marido para que lo atendiera. original...Empresa Eissman?
Lasagna de salmón congelada, ¡qué gracioso!
Jajaja, emociones fuertes (y frías... o no!) para el primer día de jubilación de Anselmo!
Un beso!!
Anda, David, que se te desbloquee la imaginación, que se te desbloquee, jejeje!
Un beso y felicísima semana!
...Sólo haré publicidad si me pagan, jajajaja!
...Esto empieza a parecer ciencia ficción, jajajaj!
A estas alturas de un régimen de proteínas, odio el salmón y a sus repartidores.
¿Tu me entiendes verdad Merce?
ja,ja,ja,ja, pues seguro que esto no se lo esperaba Anselmo, menuda entradita en la jubilación!!! ja,ja,ja... pero que vamos, yo si pudiera me tiraba de cabeza a la jubilación anticipada, aun con ojitos tiernos, palmaditas y miraditas incorporadas... hasta de un marciano ja,ja,ja,
Me ha encantao Mercedes.
Mil besotes enormessssss
Yo entenderte, claro que sí...Por eso, te hago una proposición indecente :-) Ya sé que me vas a decir que no, pero como el repartidor también ha traído unos helados riquísimos...¿no te quieres tomar uno para olvidarte del salmón? Sólo uno, hombre, que el resto, ya haré un sacrificio y me los zamparé yo!
Un beso!
Anda, que a este Anselmo se le va a olvidar su primer día de jubilado, ya te digo, jajaja!
Un gran beso y muchos deseos de anticiparnos a la jubilación, con o sin caricias congeladas! :-D
tengo un deja-vú???
guapetón,jaja!
lasagna de salmón,puajjjj!
besos,Mechis*
Podría mentirte....pero no lo haré. Eso sí, te compensaré con un trocito de lasaña de salmón, ok?
Miles de besitos, guapetoooona!
Vaya,Mercedes, la que has organizado con la lasaña...Pues ¡para lasañas de salmón ricas...ésta!
Jajajaja! Pues sí, parece que habrá de todo en esta nueva vida!! jejeje!
Fríos abrazos!
Ayy, Chus, pero si al verlo ya me ha venido un delicioso aroma!!!!
Ahora mismo tiro la lasaña congelada! ;-D
Ya sabes: cuando una puerta se cierra... otra se abre, jajajaj!
Un abrazo y un trozo de lasaña!
Wawwww....!!
Que repartidor cariñoso. Me parece que este jubilado va a tener que aprender nuevas experiencias en su nueva vida.Jijiji....
Un beso.
mariarosa
¿...Crees que si lo hubiera sabido, se habría jubilado antes? Jajajaja!! (yo creo que sí!)
Un beso!
solo este da interesante es el que he leido ahora yo mas bien es la prosa algun relatilllo o reflexion pero yo te veo dando arte como tejiendo en vez de agujas con la mente
solo este da interesante es el que he leido ahora yo mas bien es la prosa algun relatilllo o reflexion pero yo te veo dando arte como tejiendo en vez de agujas con la mente
solo este da interesante es el que he leido ahora yo mas bien es la prosa algun relatilllo o reflexion pero yo te veo dando arte como tejiendo en vez de agujas con la mente
Jobar, qué comentario más bonito me has dejado! Aunque no lo merezco, me ha gustado muchísimo! Muchas gracias!!!
:-D
Jobar, "hermosa" y con lo que a mí me gustan las lasagnas.
Ah, la vida de los jubilados, todo un no parar.
Me apunto al delicioso helado que ya pondré yo la tarta.
Ale, buena noche.
Besósculos.
Venga, fermosote, ya te puedes sentar a desayunar, que te estoy preparando una lasaña en la sandwichera. Ah, y olvídate de la tarta, que ahora lo que se lleva es el caviar de chocolate, juajuajuajua!!!
Besósculos de buen día! Mua!
que estimula la vida màs que cambiar de rutina, no las mismas cosas y personas de siempre;
no las lasanas con carne de siempre, van con Salmòn;...
no la mujercita de siempre que paga con el dinero justo...
Es que Anselmo tiene que dedicarse a muchas cosas nuevas...
un saludo cordial
Blas
jajajaja... Anselmo Abril parece que a sus años aun no ha perdido sex appeal
lasaña, lasaña!
Muchos de los jubilados actuales deberían aprender de las nuevas emociones que le esperan a Anselmo en lugar de dedicarse a cuidar nietos...!
Un siempre agradecido saludo, Blas!
Bixito, si hasta has hecho un pareado y todo, jajajaja!
interesante lo de la verja cuantos no dariamos por a veces estar tras una
Supongo que las verjas son necesarias...
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