¡QUÉ PLACER DESEMBARAZARSE TAN FÁCILMENTE DE UNA FOBIA!...HOY: “NUBES DE ALGODÓN“

Tras el despegue, Celestino se desabrocha el cinturón de seguridad con cierta cautela y asoma tímidamente su curiosidad por la ventanilla. El avión sobrevuela en esos momentos un inmenso mar de nubes. Celestino advierte complacido su densa textura y admite que es sólo desde el cielo cuando la manida metáfora de “nubes de algodón” adquiere todo su sentido.

Una azafata lo saca de su etérea ensoñación con un croissant y un zumo. Mientras saborea lentamente el frugal desayuno, Celestino sigue contemplando el mágico paisaje; descubre entonces un juego de contrastes imposibles en su misteriosa consistencia, que va del blanco deslumbrante iluminado por un rabioso sol matutino a un espeso color sombra…y le gusta.

De repente, como tocado por una idea genial, Celestino abre mucho los ojos e inicia un involuntario amago de sonrisa en su rostro: acaba de llegar a la irracional pero tranquilizadora conclusión de que en caso de accidente caería sobre ese esponjoso colchón…Y por primera vez en su vida, deja de tener miedo a volar.