Julio Pronto Cumplidor no hizo
jamás honor a sus apellidos porque siempre llegó tarde a todo. Nacer a los once
meses de gestación fue únicamente un aperitivo de lo que estaba por venir…
Durante su infancia ya dio claras muestras de su singularidad: empezó a hablar a los cinco años, a escribir a los diez, y a lo largo de su etapa escolar no fue puntual ni un solo día de clase.
La cosa no mejoró con la adolescencia: la llegada del acné coincidió con la caída de los dientes de leche. Increíble. Pero eso no es todo…
La edad adulta se presentó con más retrasos: tardó tres años en decidirse por una carrera universitaria y, cuando la finalizó, no encontró trabajo hasta un lustro después. Como era de esperar por una cuestión de pura lógica, la crisis de los cuarenta le llegó a los cincuenta y, cosa todavía incomprensible, fue abuelo antes que padre.
Amigos y familiares se burlaban un poquito de su peculiar tipología…Pero Julio Pronto Cumplidor, lejos de enojarse, prefirió acogerse a un proverbio que acabó convirtiendo en su lema: “quien ríe el último, ríe mejor”.
Y efectivamente… El tiempo, compañero traidor pero fiel, le ha acabado dando la razón: en la actualidad, mientras todos sus conocidos gozan de una amplia experiencia en criar malvas, él sigue paseándose por este mundo con sus flamantes 243 años. Claro, no podía ser de otra manera: Julio Pronto Cumplidor también está llegando tarde a su cita con la muerte.
Durante su infancia ya dio claras muestras de su singularidad: empezó a hablar a los cinco años, a escribir a los diez, y a lo largo de su etapa escolar no fue puntual ni un solo día de clase.
La cosa no mejoró con la adolescencia: la llegada del acné coincidió con la caída de los dientes de leche. Increíble. Pero eso no es todo…
La edad adulta se presentó con más retrasos: tardó tres años en decidirse por una carrera universitaria y, cuando la finalizó, no encontró trabajo hasta un lustro después. Como era de esperar por una cuestión de pura lógica, la crisis de los cuarenta le llegó a los cincuenta y, cosa todavía incomprensible, fue abuelo antes que padre.
Amigos y familiares se burlaban un poquito de su peculiar tipología…Pero Julio Pronto Cumplidor, lejos de enojarse, prefirió acogerse a un proverbio que acabó convirtiendo en su lema: “quien ríe el último, ríe mejor”.
Y efectivamente… El tiempo, compañero traidor pero fiel, le ha acabado dando la razón: en la actualidad, mientras todos sus conocidos gozan de una amplia experiencia en criar malvas, él sigue paseándose por este mundo con sus flamantes 243 años. Claro, no podía ser de otra manera: Julio Pronto Cumplidor también está llegando tarde a su cita con la muerte.
32 comentarios:
Debo de confesar, que me gusta la puntualidad.
Pero también es cierto que siendo impuntual se vive menos estresado.
Salu2:
CON ESE NOMBRE NO ME ESTRAÑA....RAJOY SI QUE TENDRIA QUE TENER ESTE NOBRE Y MAS PINOCHO...ABRAZOS......
¡¡Muy bueno!!
Mercedes mereces un aplauso especial, ingenioso cuento. Felicitaciones.
mariarosa
Pues yo soy una maniática de la puntualidad, tanto, que siempre llego a todas partes antes de lo previsto. Por eso, haciendo caso al título de esta entrada, no he leído esta historia, jajaja!
Un saludo!
Eso ya no son historias, sino... pesadillas!!!
Un abrazo!
Gracias, Mariarosa. Esto depende de la inspiración y del tiempo que se tenga para escribir con calma, ya sabes cómo funciona...
Mercedes, Mercedes antes que deixe para depois, tentarei comentar agora, pois sou um pouco como este personagem, espero que la muerte também tarde comigo, não muito trde rsrsrsrs. Delicioso ler mais este conto, minha querida amiga, engraçado, meio surreal e me faz lembra um ditado daqui: o apressado come cru.
Genial as iniciações tardias dele, gosto como tu narras, nascer de 11 meses, falar aos cinco, escrever aos dez, nunca chegar na hora na escola, enfim...sempre muito gostoso estar contigo nos teus contos...
ps. Meu sempre imenso abraço, nem antes, nem depois, agora.
Muy ingenioso. Me encanto lo que llego tarde a la muerte
Un abrazo
Amiguiña Chiruquiña¡ Que bello el cuento. La verdad que el final es de los que el chico besa a chica. Me gustó , dado que desde el comienzo engancha y gratifica.
Un besiño ghrande.
Rosa María
http://poemas-rosamariamilleiro.blogspot.com.es/
jajajajaja, y con ejemplos como este, a ver quien es el guapo que opta por la puntualidad... y encima, los puntuales se habrán abstenido de leer el cuento !pa matarlos, porque es que no tiene desperdicio en ingenio y desparpajo, pero ellos se lo han buscao, por puntuales, en su actitud llevan la penitencia... a mí, que soy levemente impuntual, me ha encantao; claro que ahora me debatiré en la duda de si en vez de un retrasillo de minutos lo debería aunmentar a horas (o por lo menos cuartos de horas).
Millonazo de besitos gordotes y retrasados (y esto último a la estricta literalidad, que ya he visto que has publicado otra entrada a esta)
!Ah pues no, la otra entrada de la luna está detrás!... los besitos no son retrasados pues, pero vamos, que besitos gordotes de todas todas, por supuestisimo.
por lo menos cuando muera, aunque tarde, no se llevara una úlcera causada por los nervios.
Lo de ser abuelo antes que padre me ha llegado al alma, jaja ¡que bueno!
estupendo relato, de los que se disfrutan un huevo, en serio.
Ja!ja!Ja! muy original, vaya personaje! Un placer pasearme por tu espacio y leerte, he pasado un rato ameno!
sayonara
http://cuentosdensueno.blogspot.com
Jair, Jair, llego tarde para comentar tu comentario...!¿Seré como el personaje del cuento?
En realidad, soy bastante puntual... pero no tengo ninguna prisa por esa cita con la muerte, jajaja!
Un grandísimo abrazo más allá del tiempo!!
...A ver si todos seguimos su ejemplo, jajaja!
Un abrazo.
Rosa María, no sabes cómo me alegra volver a verte por aquí!!
Un gran beso y hasta muy pronto!
Claro, los puntuales no se lo habrán leído por mi culpa...Sólo a mí se me ocurre avisar, jajaja!
Bueno, espero llegar a tiempo para desearte un feliz domingo y mandarte un buen puñado de besos!
Sí, yo estoy dándole todavía vueltas al asunto, jajaja!
Un abrazo.
Encantada de volverte a ver, Marilyn!
Un abrazo!
qué bueno que estoy perdiendo mi puntualidad!
besos, mechis*
Jajajaja... me gustó el giro del final!!!
...Esta es mi chica!!!
Mil besos tardíos!
Es que Tardón era un pozo de sorpresas!
hummm que me has dejado pensando... en que sera mejor, la puntualidad o reír al ultimo.
saludos linda, un besito
Lo mejor es la puntualidad... y además reír el último, jajajaja!
Un beso!
Jajaja, bueno, al menos le ha sacado partido a la cosa, oye. Ahora ya se le debería llamar "Cumplidor de años".
Buenísimo tu cuento, sorprendente, original. Un alarde de excelente prosa.
Un abrazo
Jajaja, es verdad, aunque el pobre se ha quedado sin conocidos para celebrarlo!
Muchísimas gracias por pasar y por dejar tu comentario!
Un abrazo y hasta pronto!
Fantastica y genial historia.
Me apunto a la tardanza para algunas cosas
Saludos
Sí, sí, yo también, sobre todo a eso de ir sumando años...!!
Un saludo!
Gracias por este buen puesto ... y sonriente (por ningún tema obvio)!
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