¿JUGAMOS? A VER SI LE BUSCÁIS UN FINAL A ESTE RELATO…HOY: “A DIOS ROGANDO…”

-Doctor, no puedo más. Ayúdeme, se lo ruego…
El psiquiatra estaba un poco desorientado; no sabía cómo dirigirse a su nuevo paciente:
-Tranquilícese, estooooo,…padre,… Tome asiento, y cuénteme el motivo de su visita…
El cura sujetó su mano izquierda con su mano derecha, en un esfuerzo por calmar el tembleque de las dos. Respiró hondo y, con un hilo de voz, empezó a desmadejar su satánico drama personal:
-Verá, doctor, yo creo que… me acecha la locura. O el estrés. O el diablo. O los tres.
El psiquiatra, en un alarde médico de perspicacia e intuición, le hizo una pregunta decisiva:
-¿Qué le hace pensar en esta probabilidad?
Alentado por el interés del especialista, el sacerdote encontró el clima adecuado para confesarse:


-Es que… bueno, mire, yo trabajo en un tanatorio. Ya sabe cómo son las cosas en una gran ciudad. Muere mucha gente, y los actos religiosos se suceden sin fin y sin descanso alguno. Dicen que hay escasez de médicos, pero nadie habla de la falta de curas. Estamos desbordados.
Tal como le corresponde a un sacerdote responsable y motivado por su trabajo, me gusta charlar previamente con los familiares más directos del finado, con el objetivo de conocerle mínimamente, y así poder esbozar durante el funeral un retrato fiel y emotivo... Pues verá, desde hace unos días, se me amontonan en la cabeza los nombres de todos mis muertos. Confundo a Pepitos, Juanitos, Carlos, Fernandos, Anselmas, Marías, Margaritas, Isabeles,…Sus nombres se entremezclan con malicia, sus acciones se me enredan en las canas, sus anécdotas enturbian mi lucidez, sus virtudes y defectos huyen de mi memoria… Sin ir más lejos, el otro día tuve unas palabras de admiración hacia el que creía un excelente cazador, cuando en realidad me encontraba oficiando una misa por el alma de un acérrimo defensor de los animales…¿Se da cuenta? ¡Es horrible!
No puedo más, me rindo. Pido a Dios cada mañana que mis sentidos se aclaren, que las confusiones se disipen, que mi mente se ilumine, pero mis plegarias caen en saco roto...
El psiquiatra lo miraba por encima de sus gafas, y tomaba nota meticulosamente.
-¿Quiere saber lo que más me atormenta? –añadió el cura- ¿No se lo imagina? Me doy asco sólo de pensarlo, pero… estoy empezando a dudar de mi propia fe…

12 comentarios:

Lidia dijo...

Jo, pues con tanto lapsus, a ver si un día, en vez de leer "la primera carta del apóstol san pablo a los corintios", se pone a entonar el "Alahu akbar" mirando hacia la meca, y, entonces, ya la hemos liao... ;)

Anónimo dijo...

Ja, ja, ja, ja!!!! Pues no sé, confundido, al hombre se le ve, la verdad... No me extrañaría que le pasara algo así...! :-D

peyote dijo...

el ambiente da para muchso lios mentales, luwego se delata y se contenta; creo que es un buen final es una chica disfrazada de angel bailando por ahi....


Muchas gracias por la vista, tengo algo para usted en mi blog.

Anónimo dijo...

Jo, es que en estos días ando un poco atareada y no tengo tiempo para ponerme a escribir un final en condiciones....pero creo que este cura necesita cambiar de aires una temporada.
Sugiero que hagan un intercambio de roles por un tiempo. Que el cura haga de psiquiatra, y el psiquiatra de cura. Así el que se preocupa de las almas se preocupará de las personas, y al contrario ;-)

Anónimo dijo...

Bueno, Peyote, ya he ido de visita por tu blog, y me he llevado una grata sorpresa!! GRACIAS!! Mañana lo comunicaré al mundo ciberespacial!

PD.- Me quedo con la chica disfrazada de ángel bailando.

Anónimo dijo...

... y le cambiamos el título, y hacemos como una especie de comedia de enredo! Veeeenga! ;-D

Se agradece tu original y divertida aportación! ;-D

Lidia dijo...

...yo creo que acaba "con el mazo dando" al psicólogo cuando le receta un Trankimazin...

Anónimo dijo...

...Vamos, un "Tranki-mazo", jua, jua, jua, jua!!!! Muy buenooo!!!

"Hala, padre, tómese esto, y váyase a trabajar, que se le ha acumulado el trabajo...!" ;-D

Félix dijo...

El cura del cementerio de aquí era muy raro. Ya no está ese. En un funeral puso una cinta de sevillanas con esa de "algo se muere en el alma". La gente se pilló un buen mosqueo, porque no estaban los ánimos para bailes.
Un saludo

Anónimo dijo...

Uyssssss, ese cura me recuerda un poco al que casó a mi primo (sí, "el cura showman"). Por cierto, ¿te conté que mi "querida amiga" Irene tuvo el "placer" de verlo en acción en un entierro?

Anónimo dijo...

Hummmmm, posiblemente, el cura del que me hablas empezaba a sufrir los primeros síntomas! Quién sabe si acabó como el de mi relato...!!

Gracias por pasarte por aquí! Ven cuando quieras, incluso cuando no haya curas estresados!

Anónimo dijo...

Ja, ja, ja, ja, ja, no me acordaba de él!!! Lo siento, no me lo puedo imaginar en un entierro, nooo, ja, ja, ja, ja!!!

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